Jakob Lorber - Obispo Martín - Ciencia y Espiritualidad - Jakob Lorber
Jakob Lorber - Obispo Martín - Ciencia y Espiritualidad - Jakob Lorber
Jakob Lorber - Obispo Martín - Ciencia y Espiritualidad - Jakob Lorber
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
________________________________<strong>Obispo</strong> <strong>Martín</strong>_________________________________<br />
Vulgata, sólo había Voltaire, Rousseau y Helvetius, ingenios todos que desde el púlpito y en tus<br />
cartas pastorales mandaste al infierno miles de veces, pese a que íntimamente los tenías en<br />
mucho más aprecio que a Jesús.<br />
15 Esto lo sé mucho mejor que nadie porque tenía que conseguir esos libros para ti, por lo que<br />
fui tu confidente. Pero no te seguí en tu camino sino que continué mi búsqueda secreta hasta que<br />
encontré en Swedenborg lo que estaba buscando. No querías saber nada de él porque no te<br />
servía para tu concepción. Tanto mejor que ahora sé a qué atenerme contigo, ¡me parece que<br />
aún tendremos ocasión de disputar alguna vez!».<br />
16 «¡Canastos! ¡Lo que me faltaba!», fue la reacción de <strong>Martín</strong> que se quedó perplejo. «¡Esto<br />
es el colmo! ¡Las desgracias nunca vienen solas y tenías que ser precisamente tú el que el diablo<br />
trajera aquí!».<br />
17 Para sí mismo, <strong>Martín</strong> continuó: «Ay, ¡este tío librero está al tanto de bastantes argucias<br />
mías! ¡Vaya reprimendas que me estarán esperando en este mundo de los espíritus!<br />
18 Ahora sé que nuestro anfitrión es Jesús, Él mismo. ¡Ojalá que no entre ahora! ¡Sería fatal!<br />
Ya me han llegado unas cuantas reprimendas Suyas al ponerme de manifiesto algunas de mis<br />
canalladas de antaño.<br />
19 Pero si ahora a este caballero con sombrero brillante le da por iniciar una campaña contra<br />
mí y por descubrir mis canalladas secretas, ¡aún me tocará aguantar algo! Quién sabe si otra vez<br />
un mar o una orilla de esas, por millones de años, ¡vaya, vaya!<br />
20 ¿Qué podría hacer para escapar a esta calamidad? Aunque cabe dentro de lo posible que en<br />
estas esferas no haya huida de nada... Bueno, ¡ya tengo una idea! Y si no da resultado, pues ¡a<br />
volver a una de esas orillas encantadoras y a pescar! Pero ¡vaya casualidad que tuviera que<br />
encontrarme aquí con este tipo! En fin, como ya no hay remedio voy a...».<br />
21 A esta altura de su soliloquio el librero le cortó: «Ten fe en lo que te he revelado y saldrás<br />
de tu aprieto imaginario. Y te digo que en adelante no me tomes por un delator sino por tu<br />
amigo a quién salvaste del fuego de su celo ciego y vestiste cuando estaba desnudo.<br />
22 Puedes estar seguro que Jesús jamás necesitará delatores porque todos nuestros<br />
pensamientos más íntimos ya le son manifiestos mucho antes de que nosotros los hayamos<br />
desarrollado en nuestras almas; así que tampoco vale la pena que ambos intentemos<br />
denunciarnos uno a otro.<br />
23 A ver, ¿por qué Jesús no iba a ser el Señor de los Cielos y de todos los mundos y por qué<br />
no iba a ser el Dios eterno y omnipotente? Si es que para Él existe la oposición entre algo más<br />
difícil y algo menos difícil: ¿podría ser que a Él le resultara más difícil aquello que a mí me<br />
parece mucho más fácil?<br />
24 ¿Cómo no le va a ser posible a Él, de quien surgió todo ser limitado por el tiempo y el<br />
espacio, proyectarse a sí mismo por amor a nosotros, criaturas e hijos suyos, en límites de<br />
tiempo y espacio, sin perjuicio de su Omnipotencia divina, si tiempo y espacio también surgen<br />
de Él?<br />
25 Por ejemplo un pintor o escultor que pintó o esculpió miles de formas en colores o en<br />
materia, ¿por qué no iba a ser capaz de pintarse o esculpirse también a sí mismo? Si el hombre<br />
puede hacerlo, aunque sea de forma muy defectuosa, ¿cómo puede uno pensar que para Dios<br />
sería imposible?<br />
26 Otro ejemplo: ¿podría Dios ser el ser más libre de todos los seres si hubiera alguna cosa a<br />
la que Él no pudiera dar origen por sí mismo? Con tus ideas tomadas del ateo Hegel estás<br />
limitando a Dios, porque por mucho que se digne crear Soles centrales con Tierras, hombres y<br />
animales, por ser tan infinitamente grande, en manera alguna puede tener que ver algo con los<br />
pequeñísimos infusorios que también tienen un organismo fabulosamente concebido y a través<br />
del cual se manifiesta la vida. Con lo que Él no querría ni podría preocuparse por nosotros los<br />
hombres, a no ser que creciéramos hasta un tamaño igual al de los mismos Soles centrales...<br />
Supongo que sobre este detalle Hegel y Strauss habrán callado convenientemente...<br />
27 Yo, tu amigo, supongo que ahora entrarás en razón y que no pondrás ya reparos en atribuir<br />
a Jesús la honra que le corresponde, más teniendo en cuenta las enormes gracias que ya te ha<br />
concedido».<br />
28 «Yo te saqué de las llamas», contestó <strong>Martín</strong>. «Pero tú, en cambio, encendiste en mí la<br />
llama de una luz sumamente poderosa. ¡Mis gracias a Él y a ti! Ahora déjame que me concentre<br />
- 57 -