Jakob Lorber - Obispo Martín - Ciencia y Espiritualidad - Jakob Lorber
Jakob Lorber - Obispo Martín - Ciencia y Espiritualidad - Jakob Lorber
Jakob Lorber - Obispo Martín - Ciencia y Espiritualidad - Jakob Lorber
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
________________________________<strong>Jakob</strong> <strong>Lorber</strong>_________________________________<br />
4 Otra cosa sería si Dios se conformase en ser amado por sus criaturas como estas se aman<br />
entre sí: como los niños a sus padres o como un joven a su prometida, como un verdadero<br />
hermano a su prójimo o como un necesitado a su bienhechor desinteresado, como un regente a<br />
su trono o cada hombre a sí mismo...<br />
5 Pero falta el objeto visible; y hasta la capacidad de poder imaginarse, de una manera u otra,<br />
ese objeto tan sumamente sublime. ¿Qué aspecto tiene Dios? ¿Quién lo ha visto nunca? ¿Quién<br />
le ha hablado? Ahora pregunto: ¿cómo sería posible amar a un ser del cual uno no puede<br />
hacerse ni la menor idea? ¿Amar a un ser que no existe históricamente sino que es un personaje<br />
de una leyenda hermoseada con diversos adornos místicos y poéticos, y adobada por todas<br />
partes con la moral archijudaica más rígida?».<br />
6 Entonces hablé Yo: «Amigo, ¡te digo que con esas habladurías insensatas jamás llegarás a<br />
limpiar ni una sola fibra de tu tan sucio ropaje! ¡En el mundo tenías objeto abundantemente<br />
pues había pobres, viudas, huérfanos y otros necesitados en gran número! ¿Por qué no los<br />
amaste a ellos? ¡Tenías amor de sobras... para amarte a ti mismo sobre todo!<br />
7 Amaste a tus propios padres sólo a causa de los regalos; cuando te dieron poco no les<br />
deseaste otra cosa sino la muerte para poder heredar pronto sus bienes.<br />
8 A los sacerdotes que te estaban subordinados los amaste mientras te trajeron abundantes<br />
obsequios. Pero cuando los obsequios dejaron de llegar pronto te volviste un gran tirano<br />
inexorable.<br />
9 A las ovejas ricas que te ofrecieron mucho las bendijiste; pero las pobres que no te podían<br />
ofrecer nada o sólo muy poco, tenían que conformarse con la recriminación de que el infierno<br />
ya se ocuparía de ellas.<br />
10 A las viudas las amabas si eran jóvenes, guapas y ricas, y si se prestaban a todo lo que a ti<br />
te agradaba; y tampoco despreciabas a la huérfanas entre dieciséis y veinte años...<br />
11 Por supuesto será imposible que el amor a estos objetos te lleve a una idea espiritual de<br />
Dios ni tampoco que te eleve al amor para con el altísimo, objeto digno de todo amor.<br />
12 El evangelio, sublime Doctrina de Jesús y principal escuela para la vida, siempre estuvo a<br />
tu disposición. ¿Por qué no procuraste al menos una sola vez en la vida poner un solo texto en<br />
práctica, aprendiendo así de quién es esa Doctrina?<br />
13 Allí está escrito: “Quien oye mi Palabra y vive conforme a ella, él es quien me ama. A él<br />
vendré y me revelaré a él”.<br />
14 Si hubieras intentado poner en práctica solamente uno de los preceptos evangélicos,<br />
primero, ya te habrías convencido plenamente de que esta enseñanza viene de Dios. Y segundo,<br />
también habrías podido contemplar la objetividad de Dios, como lo lograron muchos miles de<br />
personas de menor categoría que tú.<br />
15 También está escrito: “Buscad y encontraréis; pedid y os será dado; llamad y se os abrirá”.<br />
¿Acaso lo hiciste una sola vez?<br />
16 Como jamás lo hiciste, tampoco has podido elaborar un concepto espiritual de Dios. Por<br />
eso es absurdo que pretendas no poder encontrar el amor a Dios porque Él nunca se presentó<br />
como objeto ante ti, porque si hubieras hecho el menor esfuerzo para conseguirlo se habría<br />
vuelto necesariamente tal objeto.<br />
17 Ahora tengo que preguntarte: con tu amor vil, ¿bajo qué imagen habrías podido<br />
entusiasmarte con Él para conseguir que de tu corazón petrificado pudieran aún salir algunas<br />
chispas que vivificaran dentro de ti tal imagen de Dios ? Veo que te callas... Pero Yo voy a<br />
decírtelo.<br />
18 Dios hubiera debido ser del sexo femenino más bello, concederte el máximo poder y el<br />
mayor esplendor. Habría debido permitirte dormir con las chicas más hermosas sin que jamás te<br />
fallara la potencia para ello. Habría tenido que concederte todo lo que según tu imaginación<br />
podría resultarte agradable y, además, tampoco hubiera estado mal que te cediera su cualidad<br />
divina para poder mangonear toda la creación infinita según tu arbitrio.<br />
19 Con estos criterios habrías amado a la Divinidad gustosamente. Sin embargo, bajo la<br />
imagen del pobre Jesús crucificado, la “Divinidad” fue para ti insoportable, asquerosa y hasta<br />
despreciable...<br />
20 Por supuesto que en las actuales circunstancias tendrás que preguntar cómo se debe amar a<br />
Dios con un amor más puro y digno de Él. El problema es que nunca quisiste hacerte una idea<br />
- 42 -