REVISTA NACIONAL - Publicaciones Periódicas del Uruguay
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<strong>REVISTA</strong> <strong>NACIONAL</strong> 379<br />
Se ha dicho que «partir es mOrlJ un poco». Lo dijo un ser de<br />
la civitas. Lo que muere en nosotros a cada hora de partir, es lo<br />
que nos estaba matando. Partir es renacer, reencontrarse, vitalizarse.<br />
Partir es ponernos eu comunión directa con lo natural y lo sobrenatural.<br />
Díganlo los sacerdotes que son misioneros. Repítanlo esos<br />
pocos exploradores, inventores y artistas de verdad que ruedan por<br />
el mundo y el trasmundo. Jesucristo vivió en marcha. El Quijote<br />
supo que permanecer es morir. Bolívar hizo cinco naciones sin detenerse.<br />
.. j Salgamos de la tierra!<br />
PENSAD EN EL COSMOS<br />
Las tres grandes fuentes <strong>del</strong> conocimiento, razón, experiencia<br />
e intuición, nos conducen al Homocosmos, o proyección <strong>del</strong> mundo<br />
<strong>del</strong> hombre a todas las posibilidades <strong>del</strong> universo físico y espiritual.<br />
Creemos con Rodó que la idea es propiciatoria <strong>del</strong> hecho. La<br />
Creación está siempre en creación, de acuerdo a una idea siempre<br />
en marcha. Pensar es tender a ser. Pero todo cuanto ya es, comienza<br />
a ser otra cosa, desde que la evolución es incesante e infinita.<br />
Nada es, sino que está en trance de ser lo que dejará de ser para<br />
ser otro ser. Es el devenir. La voluntad acelera este proceso. Pensad<br />
intensamente en la lógica y en la ética de la escala Humanidad,<br />
Geoyó, Planetú y Cosmonós y ella ya tendrá un principio de existencia,<br />
desde que su esencia es verdadera. Dependen <strong>del</strong> albedrío<br />
la salvación ascendente o la precipitación instantánea. No nos re·<br />
ferimos a la detención, porque agonizar ya es morir. A ese extremo<br />
lo ha conducido al hombre el monstruo de la ciencia. El Apocalipsis<br />
está; cerca, bajo sus pies, mientras que el Cosmonós lo llama desde<br />
el cielo. Hermanos: pensad y decidid.<br />
Todas las hazañas nacieron de pensamientos. Su primera etapa<br />
suele ser un sueño de poetas, una aspiración de aventureros, la uto·<br />
pía de un visionario. Pero si hay un germen de razón, de bondad,<br />
de justicia, en el centro de esa nebulosa no tardará de encenderse<br />
una luz que concitará la audacia de los científicos. El viaje a Marte<br />
ya ha sido calculado. Nadie ignora que sabios e inventores como<br />
pulsan planes y fabrican instrumentos para cumplir el viaje a la<br />
Luna, quimera de Julio Veme. Y es pensando y obrando que prono<br />
to los veremos allá, en satélites mecánicos que proyectarán etereonaves<br />
inauditas. El espacio es a la vez una promesa y una esperan·<br />
za. El hombre no ha podido sustraerse al llamado telúrico de los<br />
ámbitos de nuestra esfera y, luego de haberlos recorrido en sus tres<br />
dimensiones, siente desde ahora la invitación cósmica de las distancias<br />
estelares.<br />
Poned, hermanos, todas las fuerzas de la buena voluntad en pro<br />
de este admirable objeto. Dejad de lado los afanes minúsculos y al-