Documento Completo - Grupo Chorlaví

centro cantonal los días de feria (domingo) o en las comunidades
visitando casa por casa a las tejedoras.
Su lógica está en comprar los sombreros semiacabados a un precio fijado
de acuerdo a una oferta que siempre sobrepasa a la demanda por lo cual
normalmente no difiere en mayor porcentaje del costo de producción, en
estas transacciones prima el regateo hasta lograr el menor precio posible
por parte de la artesana quién no tiene otra alternativa que aceptar, pues
venderlo saltando este paso le implicaría salir al mercado regional
(Cuenca) y eso tiene costos mayores en pasajes y en ubicación en la
“gran ciudad” a quienes procesan el sombrero, pues la artesana sólo llega
hasta un nivel de semi acabado de este producto.
Estos intermediarios reúnen cantidades determinadas de sombreros
semiacabados y lo clasifican por calidades (que no fueron consideradas al
recibir el producto de la tejedora) fijando precios diferenciados por
categoría para la entrega a sus clientes, los comisionistas. En promedio
esta tarea les deja una ganancia promedio del 50% sobre el valor de
compra.
Los comisionistas: son los responsables de abastecer a las casas
exportadoras bajo una comisión que oscila entre el 10 y el 15% de lo que
pagaron al intermediario anterior. Existen comisionistas que han pasado
al siguiente nivel, pues procesan el sombrero y lo comercializan en las
principales ciudades del país como Cuenca, Quito y Guayaquil.
Asociaciones de tejedoras: en las provincias australes de Azuay y Cañar
existen algunas asociaciones de tejedoras las cuales abarcan a cerca mil
tejedoras entre sus registros; entre las más relevantes señalamos a la
Cooperativa Capizhún, Perez Peraso, y San Marcos en Cañar y a la
Asociación María Auxiliadora y CACH en Azuay. Algunas de estas