la vida familiar.pdf - Megapagina Pentecostales del Nombre

“Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y
sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas
las bestias que se mueven sobre la tierra. Y dijo Dios: He aquí que os he dado
toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que
hay fruto y que da semilla, os serán para comer. Y a toda bestia de la tierra, y a
todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que
hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. Y vio Dios todo lo que
había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la
mañana el día sexto” (Génesis 1:28-31).
Dios también tuvo un plan para las familias.
• El empezó con el padre — el líder.
• Note que Adán fue un hombre, y no un jovencito. El era lo
suficientemente mayor para cumplir la responsabilidad de nombrar a todos
los animales que Dios había creado (Génesis 2:15-17).
• El trajo la mujer al hombre (en realidad la tomó del hombre) para que sea
su ayudante (Génesis 2:21-22).
• Note que Eva no era una jovencita. Ella era madura y bien capaz de
realizar la relación que se esperaba de ella como la esposa de Adán
(Génesis 2:23-25).
• El hombre reconoció la cercanía de esta criatura (ella se parecía a él pero
era diferente) que Dios le había traído. Adán no tuvo vergüenza de llegar a
conocer a su compañera (Génesis 2:23-25).
Este fue el principio del plan de Dios para la familia — un hombre y una mujer.
Después Dios les dijo que se fructificaran, multiplicaran y llenaran la tierra.
• El mandato no fue solamente para Eva.
• No fue solamente para Adán.
• Dios nunca le dijo a Adán y a Eva que se “fructificaran” y que después
cada uno viviera en lugares diferentes.
Aun cuando Eva hizo caso a la Serpiente y Adán pecó con ella, su vida familiar
siguió el modelo que Dios había empezado en el huerto. (Leer Génesis 3-4.)
LOS PRIMEROS NIÑOS
Hasta el día que pecaron, Adán y Eva solamente conocían las bendiciones de la
protección y guía de Dios. Pero cuando fallaron a obedecer su Palabra, ellos
empezaron el viaje de toda humanidad que elige hacer el mal — pecado y
muerte.
Esto empezó con Adán labrando la tierra para producir fruto. En el huerto nunca
se hace mención de sudor y trabajo, pero fuera del huerto Adán encontró
bastante de ambos (Génesis 3:17-19).
108