la vida familiar.pdf - Megapagina Pentecostales del Nombre

fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu,
que es la palabra de Dios” (Efesios 6:14-17).
“Toda la armadura de Dios” es necesaria para ganar la batalla contra el Diablo.
Note que primero se habla de la armadura que es usada para protección:
• Ceñidos vuestros lomos con la verdad;
• Vestíos con la coraza de justicia;
• Calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz;
• Tomad el escudo de la fe—para apagar todos los dardos de fuego del
maligno;
• Tomad el yelmo de la salvación.
El arma ofensiva “la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios” es vital. Sin
ésta, pasaríamos todo nuestro tiempo luchando una guerra defensiva. Sin una
dependencia fuerte en la autoridad de la Palabra de Dios, para corregir el
problema de las familias, la gente continuará usando sus propias ideas y la
familia terminará muriendo completamente.
EL DISEÑO ORIGINAL DE DIOS
Cuando ves el ejemplo de Dios en la primera familia, encontrarás algunas cosas
interesantes:
1. Desde el principio, Él los creó hombre y mujer (Mateo 19:4).
2. Debido al deseo y necesidad de los humanos por tener una compañía, Dios
diseñó el matrimonio (Génesis 2:18).
3. El hombre dejará a su padre y madre (Mateo 19:5).
4. El hombre se unirá (pegarse como pegamento) a su mujer (Mateo 19:5).
5. El hombre y la mujer estarán bien unidos; ellos se convertirán en “una sola
carne” (Mateo 19:5). Como lo dijo Charles Swindoll: “La idea entera de
aceptación mutua, de dar, de escuchar, de perdonar y de andar en una
misma dirección, es implícita. Esto es, dos individuos entremezclándose
voluntariamente en la vida del otro, deseando compartir con el otro y por
consiguiente, completar al otro.”
6. Cuando Dios une al hombre y a la mujer en el verdadero proceso del
matrimonio, ningún hombre debe permitir que esa unión sea separada
(Mateo 19:6).
7. El acto íntimo (físico) del matrimonio fue diseñado por Dios para que fuese
disfrutado tanto por el hombre como por la mujer (Génesis 2:25).
8. La intención de Dios, fue que su plan familiar produjera fruto — hijos
(Génesis 1:28; Salmos 127:3). El fracaso de la familia, parará el proceso de
crecimiento natural y dañará a este “fruto” sin remedio.
Al entender la Palabra de Dios claramente y al conocer su diseño, contaremos
con un arma que podremos usar para contrarrestar el ataque contra las familias
11