la vida familiar.pdf - Megapagina Pentecostales del Nombre

6. La decisión para casarse envuelve el tiempo correcto de Dios (Génesis 24:19,
21, 49, 56). El tiempo correcto es vital. La primera cosa que la pareja debe
recordar es: “No te apures.” Muchas veces, ellos oran y Dios responde, y luego
entran en el matrimonio demasiado rápido. La primer vez que el siervo de
Abraham oró, Dios respondió exactamente de la manera que el siervo lo había
pedido (Génesis 24:19). Pero el siervo todavía esperó y observó (versículo 21).
Aun cuando su oración fue respondida positivamente, el siervo quiso revisar otras
cosas importantes. ¿Quién era ella? ¿Pertenece a la tribu de mi señor? ¿Están sus
padres dispuestos a entregarla en matrimonio al hijo de mi señor? ¿Qué pasa si
ellos no están de acuerdo?
A menudo, cuando Dios responde “sí”, la pareja cree que esto significa que
todo está bien. Aquí es necesario estar abiertos al liderazgo de Dios, y la mayoría
de la gente no se da tiempo para pensar sobre esto. La pareja debe comunicarse.
Pasar tiempo juntos en la oración y en el estudio de la Biblia. Llegar a conocerse
en situaciones de la vida diaria (tales como el trabajo o las reuniones familiares).
• ¿Cómo trata él/ella a los mayores?
• ¿Qué actitud tiene él/ella con respecto a los niños y a los menos
afortunados?
• ¿Está él/ella en sumisión a aquellos que tienen autoridad sobre su vida?
• ¿Es él/ella una persona de integridad y honestidad?
• ¿Está él/ella preocupado por el bienestar de otros, o solamente se
preocupa de sus propios intereses?
Las respuestas a estas preguntas revelarán mucho acerca de la otra persona. Esto
ayudará a determinar si es que siquiera la pareja se gusta el uno al otro. Si ellos
escogen pasar por alto esta área de “llegar a conocerse” el uno al otro antes del
matrimonio, esto puede conducirlos a un desastre en el matrimonio. Hay una
vieja canción que encaja con en este principio. Las primeras dos líneas dicen de
esta manera:
“Llegar a conocerte, conocer todo acerca de ti; Llegar a que tú me gustes a mi,
esperando que yo te guste a ti.”
El tiempo antes del matrimonio es especial para dos personas que planean vivir
el resto de sus vidas juntas. Debe ser cuidadosamente considerado y disfrutado.
La otra cara del asunto del tiempo correcto, envuelve acción. Solamente cuando
la pareja está segura de que su matrimonio es la voluntad de Dios, entonces
deben casarse, sabiendo que Dios será parte de sus vidas juntas, siempre y
cuando ellos permitan que Él los guíe.
7. La voluntad de Dios es la fundación de un matrimonio apropiado. Isaac amó a
Rebeca después de que se casaron (Génesis 24:67). Hubiera sido difícil que Isaac
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