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LECCIÓN 3
Decidiendo Casarse
“Pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una
tenga su propio marido” (1. Corintios 7:2).
ENFOQUE
Nuestra cita clave, declara la razón más común dada para el matrimonio —un
deseo fuerte hacia la persona del sexo opuesto— llamado amor. Pablo habló
sobre este deseo hacia el matrimonio cuando escribió a los creyentes en Corinto,
en 1. Corintios 7:9:
“Pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que
estarse quemando.”
Esta ha sido usada como una razón para casarse, sin dar el suficiente desarrollo a
las otras razones dadas por Dios para la unión entre un hombre y una mujer, en
una de las uniones más sagradas de todas. El Amor debe ser el fundamento para
el inicio de una familia, y Pablo nos da una definición clara en su carta a los
mismos corintios:
“El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni
orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no
guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la
verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1.
Corintios 13:4-7, NVI).
LO QUE HE APRENDIDO
De acuerdo con La Enciclopedia Interactiva de Compton, el matrimonio ha estado
presente desde el principio de la civilización. Es definido como: “una institución
universal donde los hombres y las mujeres son unidos en una clase especial de
dependencia con el propósito de fundar y mantener una familia”. Aquí tenemos
el propósito y la función fundamental del matrimonio dado por Dios a Adán y Eva.
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