la vida familiar.pdf - Megapagina Pentecostales del Nombre

“Los Griegos tuvieron una palabra para esto:
‘Eros’ (amor físico) es todo tomar;
‘Philia’ (amistad) es dar y tomar;
‘Agape’ (amor cristiano) es todo dar.”
(G. B. Caird)
De acuerdo al Diccionario Bíblico Revell: “El concepto controlador cuando la
Escritura describe el amor divino o cristiano es el de compromiso.” Continúa
diciendo: “El amor que los seres humanos han deseado por fin apareció en Cristo.
En Él discernimos el amor de Dios, el cual es de sacrificio redentor inmerecido,
una expresión del carácter del amante (el que ama) en lugar de depender de las
cualidades del amado (el que es amado).” Esta es la diferencia clave entre el
“enamorarse” y el amor que Cristo demostró por su iglesia. Aquellos que se
“enamoran” lo hacen debido a lo siguiente:
• ¡El es tan guapo! (¡Ella es tan hermosa!).
• El siempre sabe exactamente lo que yo quiero. (Ella siempre me
complace).
• El siempre me hace sentir bien. (Ella sabe cómo hacerme sentir muy bien).
Estas declaraciones reflejan una razón superficial y egoísta para estar
“enamorados.” Todo es para mi placer y sentimiento. Si por alguna razón esto
cambia (él envejece y ya no es tan guapo, o ella se engorda después de tener
hijos), la persona que estaba tan “enamorada” repentinamente ya no lo está.
El Diccionario Bíblico Pictoresco de Zodervan, nos da más información del amor
que Cristo nos ha dado como modelo.
• Dios no solamente nos ama, Él es amor (I Juan 4:8).
• Dios ama a toda persona en el mundo (Juan 3:16; Gálatas 2:20).
• Dios nos ama a pesar de nuestras acciones pecadoras (Efesios 2:4-5).
• Dios demuestra su amor supliendo nuestras necesidades (Hechos 14:17).
• Dios demostró su amor dando a su hijo (Jesús fue Dios manifestado en la
carne) para morir en nuestro lugar (1. Juan 4:9-10).
• Dios especialmente ama a aquellos que le aman a Él (Juan 16:27).
• Dios corrige a aquellos quienes Él ama y los ayuda (Hebreos 12:6-10).
• Dios promete nunca abandonarnos (Hebreos 13:5).
Este es amor verdadero. El modelo de Dios para amar es el que debemos seguir.
Manteniendo nuestros ojos en lo que verdaderamente es el amor y no en lo que
el mundo define como “enamoramiento”, haremos la diferencia en nuestros
matrimonios y familias.
33