Junio Nº 91 - Biblioteca Virtual El Dorado

J ames S. Wallerstein y Clement J. Wyle, señalan que en un estudio de mil
setecientos individuos de clase media, se encontró que los crímenes no registrados
eran comunes entre los miembros completamente respetables de la sociedad.
Una porció n que colindaba con el noventa y nueve por ciento, confesaron
que habían comedtido una o más de cuarenta y nueve faltas contra la ley
penal del E stado como para provocar una sentencia máxima de no menos de un
año. (2)
La perspectiva en la cual se han colocado Sutherland y Wallerstein es
muy sugestiva para estudiar el problema objeto de este estudio, pero preten..
demos apartamos un poco de esa perspectiva. Nuestra consideración debe
parir de la delincuencia y de la estratificación, en una superposici6n de ambos
problemas.
Il
El crimen y la delincuencia juvenil definidaporClyde B. Vedder y Loui J.
Mollof (3), considera que los actos humanos que transgreden las regulaciones
formuladas. promulgadas y reforzadas en forma relativa llr la sociedad de
acuerdo con su côdigo de conducta aceptable: la estratificación social es la
disposición de los elementos sociales en capas situdas en diferentes planos y
el establecimiento del status en una relación cambiante de superioridad a inerioridad.
De la exposiciôn de ambos problemas, se infiere lo que vendría a
ser el locus del estudio, Por una parte existe la transgresión a cierto código
de conducta y por otra, los planos sociales de superior a inerior.
Dentro de la sociología norteamericana hay una porción de tentativas
dedicadas a la delincuencia. Entre otras, es digno de cOILideración un estudio
de Reiss (4), en el cual aísla las corralaciones sociales de los tipos psicológicos
delincuentes, con el objeto de observarlos para pronosticar la acciÓn
deUctual: señala tres tipos de delincuentes, segUn la conformación del super
ego de los mismos, y llega a definir el delincuente relativamente integrado, el
delincuente con defectuosa personalidad y el delincuente con relativa deildad.
Pretende hacer una tipología y encuentra elementos diferenciadores y tIpicos
de los mismos.
Alberto Cohen ( 5), sostiene que los grupos juveniles desarrollan actitudes escogidas,
las cuales pueden ser consideradas como una cultura distinta. Y en el
an8.isis de su origen arguye, que esas subculturas surgen en los marcos de los
status de las clases socio-económicas bajas, en las cuales muchas personas
son incapaces de disciplinar su conducta para lograr sus aspiraciones y adquirir
los símbolos de éxitos corriente en la cultura de clase media.
Salmón Kobrin establece una tiplogía de las áreas deUctuales, basada
en una variación en las relaciones entre dos sistemas de valores: ei sistema
de valores delictual y el sistema de valores convencional. Esas áreas de delincuencia
presentarán diferencias importantes en el grado en que la integración
entre los valores del sistema convencional y criminal sea logrado, Habd. por
tanto un área con una integración avanzada o máxia y un área con una integración
mfnima (6).
W. A. Bonger, (7) en algunos de sus temas relativos a la delincuencia,
estudia la doctrina de Carlos Marx y conforme con ella, sugiere que el individuo
es una consecuencia o expresión del concepto económico capitalista, y aunque el
2.- Wallersrein y Wyle, (OurL
3'- Vadder y Mollof, Social Problems, Ne.. York. 1956.
4.- Reiss, American Sociological Re vi e.., Vol 17.
5,- Al bert Cohen. Delincuents Hoy s, Free P ress, IIinoi s. 1955.
6.- Salomon Kobrin, American Sociological Review, Vol,
7.- Honger, Introducción a la Delincuencia, Fondo de Culrura EconÓiica, 1943.
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