Kasbah nº 23 - Ministerio de Educación
Kasbah nº 23 - Ministerio de Educación
Kasbah nº 23 - Ministerio de Educación
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ALEA “JACTA” EST<br />
Seis años, a veces más, esperando este momento. El instante en el que <strong>de</strong>jamos<br />
atrás a compañeros, profesores, amigos… y no tan amigos. Seis años ansiosos por<br />
que lleguen estos últimos meses, que al final resultan ser más <strong>de</strong>cepcionantes <strong>de</strong> lo<br />
que teníamos en mente. Sí, <strong>de</strong>cepcionantes porque es en el último segundo cuando<br />
realmente nos damos cuenta <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>jamos a nuestras espaldas, así como a<br />
lo que nos tenemos que enfrentar. Y hay que admitir que, queramos o no, se nos<br />
forma un nudo en la garganta <strong>de</strong> solo pensar lo que abandonamos aquí y el nuevo<br />
mundo al que vamos a entrar. Todo se resume en un puñado <strong>de</strong> incógnitas. No<br />
saber dón<strong>de</strong> estaremos en unos cuantos meses, con qué camino nos encontraremos<br />
en nuestra vida académica, o con qué gente nos tropezaremos y quién hará nuestro<br />
camino más ameno. No son más que <strong>de</strong>talles superficiales, <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> los cuales<br />
se escon<strong>de</strong> el verda<strong>de</strong>ro enigma <strong>de</strong> nuestro futuro.<br />
Todo empezó un día <strong>de</strong> un fatídico mes <strong>de</strong> septiembre, hará unos cuantos años,<br />
cuando pasamos <strong>de</strong> reyes <strong>de</strong>l patio a enanos a ojos <strong>de</strong> quienes consi<strong>de</strong>rábamos<br />
gigantes. Poquito a poco nos fuimos apo<strong>de</strong>rando <strong>de</strong> los pasillos marcando nuestro<br />
territorio en un lugar don<strong>de</strong> imperaba la ley <strong>de</strong>l más gran<strong>de</strong>. ¿Quién no se acuerda<br />
<strong>de</strong> esos profesores a los que sacábamos <strong>de</strong> quicio? ¿O <strong>de</strong> aquellas clases en las que<br />
los segundos parecían horas? Y cómo olvidar esas apasionantes lecciones que han<br />
acabado dando sus frutos –en el mejor <strong>de</strong> los casos–. Sin duda lo que nunca olvidaremos<br />
serán esos viajes y excursiones a lugares que en principio no sonaban<br />
nada apetecibles, aunque al final acabábamos disfrutándolos sin importar lo lejos<br />
que estuvieran. Y es ahora cuando nos damos cuenta <strong>de</strong> todo lo que nos han aportado.<br />
A los que veíamos como gigantes ahora se convierten en amigos y compañeros.<br />
Algunos han cambiado y otros no tanto, y algo parecido ha pasado con nosotros.<br />
Dejamos atrás sobre todo las experiencias, los recuerdos…, pero no son nada comparado<br />
con lo que nos espera. Y es que el simple hecho <strong>de</strong> escribir este artículo ya<br />
supone una reflexión sobre nuestro paso por el instituto, la huella que estamos<br />
<strong>de</strong>jando y todo lo que hemos llegado a apren<strong>de</strong>r para formarnos como personas<br />
adultas. A pesar <strong>de</strong> todo, en ningún momento hemos <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> ser niños con nuestros<br />
sueños e ilusiones. La suerte está echada.<br />
Tiziri El Moussaoui, Fidae El Morer, Sara Temsamani y Chaimae Abahaj