Kasbah nº 23 - Ministerio de Educación
Kasbah nº 23 - Ministerio de Educación
Kasbah nº 23 - Ministerio de Educación
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
EN EL ORIGEN<br />
Las bacterias, estos pequeños<br />
seres vivos que se extien<strong>de</strong>n por la<br />
Tierra, surgieron, por primera vez,<br />
hace 3.500 millones <strong>de</strong> años.<br />
Durante aproximadamente 1.500<br />
millones <strong>de</strong> años, ocuparon <strong>de</strong><br />
forma exclusiva nuestro planeta.<br />
Poco a poco, transformaron nuestro,<br />
entonces, inhóspito planeta en el<br />
actual “planeta azul” que po<strong>de</strong>mos<br />
admirar a través <strong>de</strong> las imágenes enviadas<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Estación Espacial Internacional.<br />
Fueron las inventoras <strong>de</strong> procesos tan importantes<br />
como la fotosíntesis, la respiración celular o el<br />
metabolismo.<br />
Una pequeña parte <strong>de</strong> las bacterias que poblaban la “jovencísima”<br />
Tierra comenzaron a realizar un tipo <strong>de</strong> fotosíntesis<br />
que cambió para siempre la historia <strong>de</strong> la Tierra: a<strong>de</strong>más <strong>de</strong><br />
formar sus propios nutrientes a partir <strong>de</strong> sales minerales y dióxido<br />
<strong>de</strong> carbono, utilizaron en esa reacción, por primera vez,<br />
el agua (en lugar <strong>de</strong> sulfuro <strong>de</strong> hidrógeno). Este hecho provocó<br />
la liberación <strong>de</strong> un residuo inexistente hasta entonces en la<br />
Tierra, el oxígeno. Esta molécula comenzó primero a disolverse<br />
en el agua; <strong>de</strong>spués, a oxidar las rocas <strong>de</strong> hierro y, por último,<br />
a acumularse en la atmósfera (hoy supone el 21% <strong>de</strong> su<br />
composición) y, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ella, a formar la “ozonosfera”, que<br />
protege <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces la superficie terrestre <strong>de</strong> los dañinos<br />
rayos ultravioleta emitidos por el Sol. Estas importantes bacterias,<br />
que siguen existiendo, fueron las cianobacterias.<br />
Aunque, muchas <strong>de</strong> las bacterias <strong>de</strong> esa época no lograron<br />
adaptarse a la presencia <strong>de</strong>l oxígeno (bastante perjudicial al<br />
<strong>de</strong>teriorar por oxidación sus estructuras) y quedaron relegadas<br />
a ambientes sin oxígeno (anaerobios), otras muchas se adaptaron<br />
y cambiaron su metabolismo, utilizando el oxígeno para<br />
obtener más rápidamente la energía que necesitaban, oxidando<br />
moléculas orgánicas. Este nuevo “invento” bacteriano fue la<br />
“respiración celular”, que nuestras células realizan millones <strong>de</strong><br />
veces cada día. ¿Las hemos copiado? No exactamente. Sería<br />
más correcto <strong>de</strong>cir que nos hemos asociado con ellas.<br />
La célula eucariota, unidad básica <strong>de</strong> todos los seres vivos,<br />
salvo <strong>de</strong> las mencionadas bacterias, se formó hace 2.000 millones<br />
<strong>de</strong> años a partir <strong>de</strong> fusiones <strong>de</strong> diversas bacterias (Teoría<br />
endosimbionte <strong>de</strong> Lynn Margulis). Esta asociación pue<strong>de</strong> comprobarse,<br />
aun hoy, fácilmente, observando nuestras mitocondrias,<br />
orgánulos celulares responsables <strong>de</strong> la respiración celular,<br />
que nos proveen a diario <strong>de</strong> la energía necesaria para vivir<br />
y para mantener nuestro calor interno. Las mitocondrias conservan<br />
la mayoría <strong>de</strong> las características propias <strong>de</strong> sus ancestros,<br />
antiguas bacterias, como es la presencia <strong>de</strong> material genético<br />
propio y la reproducción in<strong>de</strong>pendiente.<br />
De la misma manera, los cloroplastos, esos orgánulos <strong>de</strong> las<br />
células vegetales, responsables <strong>de</strong>l proceso fotosintético en<br />
plantas y algas, proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong> antiguas cianobacterias asociadas,<br />
que conservan también su propio material genético y su reproducción<br />
in<strong>de</strong>pendiente.<br />
Así pues, está claro que la vida, tal y como la conocemos,<br />
no existiría sin las bacterias.<br />
EN LA TIERRA<br />
Y qué <strong>de</strong>cir <strong>de</strong>l funcionamiento<br />
<strong>de</strong> los ecosistemas. Toda la materia<br />
presente en la Tierra se recicla,<br />
se reutiliza: una molécula <strong>de</strong> dióxido<br />
<strong>de</strong> carbono (CO2) que liberemos,<br />
por ejemplo en nuestra respiración,<br />
pue<strong>de</strong> ser captada por<br />
una palmera e incorporada a su<br />
tronco sin problema, a través <strong>de</strong> la<br />
fotosíntesis, pero, un esqueleto o el<br />
tronco caído <strong>de</strong> esa palmera, ya no son<br />
tan fáciles <strong>de</strong> reciclar. Es necesaria, para ello,<br />
la acción lenta y paciente <strong>de</strong> los organismos <strong>de</strong>scomponedores,<br />
formados mayoritariamente por bacterias.<br />
Por otra parte, ¿cómo se proveen las plantas <strong>de</strong> los compuestos<br />
<strong>de</strong> nitrógeno que necesitan? Básicamente, gracias a la fijación<br />
<strong>de</strong>l nitrógeno atmosférico por parte <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminadas bacterias.<br />
Resumiendo, el funcionamiento <strong>de</strong> los ecosistemas no sería<br />
posible sin las bacterias: se produciría un colapso. Se acumularían<br />
restos <strong>de</strong> organismos por un lado, se producirían déficits<br />
<strong>de</strong> algunos elementos químicos por otro, y los ecosistemas se<br />
paralizarían.<br />
EN NOSOTROS<br />
Nosotros mismos. Cada uno <strong>de</strong> nosotros, ahora, no sobreviviría<br />
sin las bacterias. No exagero. Con nosotros, en nuestro<br />
interior, conviven, al menos, medio millón <strong>de</strong> bacterias, que<br />
suponen, como poco, 2 kg <strong>de</strong> nuestro peso. Son las bacterias<br />
<strong>de</strong> la “flora intestinal”. Gracias a ellas, procesamos los alimentos,<br />
obtenemos algunas vitaminas y reforzamos nuestro sistema<br />
inmune (sistema <strong>de</strong>fensivo).<br />
La ausencia <strong>de</strong> algunas <strong>de</strong> estas bacterias nos pue<strong>de</strong> ocasionar<br />
graves enfermeda<strong>de</strong>s, como la enfermedad <strong>de</strong> Crohn o la<br />
colitis ulcerosa. También influyen en otras enfermeda<strong>de</strong>s,<br />
como la obesidad, la diabetes y el cáncer <strong>de</strong> colon.<br />
Así pues, la vida en la Tierra, la existencia <strong>de</strong> los organismos<br />
complejos, nuestra propia existencia, se <strong>de</strong>be a las bacterias.<br />
Pero, aún hay más.<br />
EN NUESTRA SOCIEDAD<br />
Nuestra sociedad tan avanzada, se sirve <strong>de</strong> las bacterias en<br />
procesos imprescindibles para mantener ese grado <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo:<br />
Utilizamos las bacterias en procesos como la fabricación <strong>de</strong>l<br />
queso, los yogures etc.<br />
Utilizamos las bacterias para fabricar muchos <strong>de</strong> los antibióticos<br />
que nos <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n contra bacterias patógenas (una ínfima<br />
parte <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> las bacterias). Utilizamos las bacterias en los<br />
procesos <strong>de</strong> <strong>de</strong>puración y reutilización <strong>de</strong> las aguas residuales.<br />
Utilizamos enzimas y genes bacterianos para producir biocombustibles,<br />
para producir leche sin lactosa, para hacer que los<br />
calamares sean más blandos, para fabricar prendas vaqueras<br />
con efecto <strong>de</strong> “lavado a la piedra”.<br />
Y avanzando futuras aplicaciones <strong>de</strong> las bacterias, hoy en<br />
22 <strong>Kasbah</strong> IEES Severo Ochoa Nº <strong>23</strong>