10.05.2013 Views

cuatro hojas - Biblioteca Universitaria de la Universidad de Málaga

cuatro hojas - Biblioteca Universitaria de la Universidad de Málaga

cuatro hojas - Biblioteca Universitaria de la Universidad de Málaga

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

204 EL TRÉBOL<br />

vores;<br />

Consérvanos en el camino <strong>de</strong>recho;<br />

En el camino <strong>de</strong> los que tú has colmado <strong>de</strong> fa­<br />

No en el <strong>de</strong> los que han incurrido en tu cólera, ni en<br />

el <strong>de</strong> los. que se estravian;<br />

Así sea, oh Señor <strong>de</strong> los ángeles <strong>de</strong> los genios y <strong>de</strong><br />

los hombres (ij.<br />

Concluida su oración, emprendió Abdal<strong>la</strong>h el<br />

camino <strong>de</strong> vuelta, con el ánimo alegre y el paso li­<br />

gero.<br />

Un pensamiento bullia en su cabeza, un pensa­<br />

miento que por sí solo constituía un nuevo goce.<br />

¿Era cierto que <strong>la</strong> hoja <strong>de</strong> diamante había caído en<br />

el paraíso? Aquel<strong>la</strong>s tres <strong>hojas</strong> reunidas viniendo<br />

para reunirse, <strong>de</strong> todos los puntos <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra, ¿no<br />

parecían l<strong>la</strong>mar á su hermana? Un favor <strong>de</strong> Dios,<br />

¿podría quedar incompleto? ¿Quien podia saber si<br />

un nuevo esfuerzo, una mas completa abnegación<br />

á <strong>la</strong> voluntad divina no obtendría acaso <strong>la</strong> suprema<br />

recompensa á que aspiraba Abdal<strong>la</strong>h?<br />

Entretenido con estos pensamientos, caminaba<br />

el hijo <strong>de</strong> Yusuf sin inquietarse por <strong>la</strong> distancia y<br />

<strong>la</strong>s fatigas <strong>de</strong>l camino. La llegada <strong>de</strong> <strong>la</strong> noche le<br />

obligó á <strong>de</strong>tenerse. La noche habia cerrado oscura y<br />

<strong>la</strong> luna no se levantaba hasta muy tar<strong>de</strong>. Envuelto<br />

en su albornoz acostóse al pié <strong>de</strong> un árbol y se dur­<br />

mió en seguida.<br />

Sus pensamientos no le abandonaron: entre sue­<br />

ños veia el trébol divino, pero sus <strong>hojas</strong> se <strong>de</strong>sarro-<br />

(1) Koran, cap. I.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!