MESA NACIONAL INDÍGENA DE COSTA RICA
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Apdo. 10.913 – 1000 San José, Costa Rica, C. A<br />
Teléfono y Fax: 506 253 - 8523 e-mail: mesaindigena@yahoo.com<br />
(la Ley Indígena de 1977). Intereses políticos diversos han incidido en que no haya voluntad política<br />
gubernamental de poner a discutir su texto.<br />
NOTAS INICIALES.<br />
El presente Informe sobre la situación de los derechos de los Pueblos Indígenas en Costa Rica<br />
ha sido elaborado por diversas instancias que colaboran y apoyan esfuerzos por la reivindicación de los<br />
derechos de los pueblos indígenas, tal como es el caso de la Mesa Nacional Indígena (M.N.I.) y el “Foro<br />
Nacional de Pueblos Indígenas y Organizaciones Amigas”.<br />
La idea de presentar este informe para el 122º período ordinario de sesiones de la Comisión<br />
Interamericana de Derechos Humanos, surge por una necesidad que visualizan las diversas<br />
organizaciones que promueven este informe de impulsar una nueva estrategia de reclamo de los<br />
derechos, esta vez utilizando los estrados del derecho internacional. Para ello se ha contado con la<br />
colaboración del “Centro por la Justicia y el Derecho internacional” (CEJIL) Programa para Centroamérica<br />
y México, quien ha dado orientaciones para la presentación de este informe y para la audiencia que se<br />
solicita a la Comisión interamericana de Derechos Humanos.<br />
Dentro de las estrategias de acción política que se han fijado, en el caso de la Mesa Nacional<br />
Indígena de Costa Rica, está la presentación de un documento donde se analiza el impacto del Decenio<br />
sobre los pueblos indígenas para el caso de Costa Rica (Ver Anexo, Sección Estudios y Documentos de<br />
Análisis, Documento 1), lo mismo que acerca de la aplicación del Convenio 169 de la OIT en este país.<br />
En los últimos años, especialmente después de 1992 cuando se organizaron diferentes acciones<br />
por la reivindicación de sus derechos, el movimiento indígena intentó alcanzar diversos objetivos, algunos<br />
de los cuales se consiguieron, pero otros muchos fueron negados o mediatizados.<br />
Entre los contenidos que se lograron a través de los años, se puede citar la aprobación del<br />
Convenio 169 de la OIT en 1992, que implicó un cambio positivo en la concepción de la vida de los<br />
pueblos indígenas dentro de la estructura política del sistema, y de algún modo, la jurisprudencia<br />
coherente con la autodeterminación indígena que por parte de la Sala Constitucional. Mientras que otras<br />
muchas situaciones, pese a los esfuerzos históricos realizados, no fructificaron. Entre estas, está el caso<br />
del proyecto de Ley de Desarrollo Autónomo de los Pueblos Indígenas (acerca del cual se hace<br />
referencia en el aparte B de este Informe) que con más de 10 años de estar en la corriente legislativa<br />
nunca pudo ser aprobado; y la lucha por incidir en la transformación de la CONAI, lo cual no se logró en<br />
razón de las acciones gubernamentales de mediatización que han venido caracterizando la relación<br />
Estado/Pueblos indígenas.<br />
Todos estos hechos han ido configurando un modo de organización indígena que a partir de fines<br />
del siglo XX ha ido llevando a cabo diversas luchas a nivel regional o comunal, como en el caso de las<br />
acciones en defensa de los recursos naturales que impulsan los pueblos indígenas de Talamanca Bríbri y<br />
Cabecar, o la oposición al levantamiento de la gran represa hidroeléctrica de Boruca que afecta a las<br />
comunidades indígenas del Cantón de Buenos Aires de Puntarenas, o las gestiones para reivindicar<br />
tierras cercenadas que han protagonizado los Malekus en Guatuso. O más recientemente denunciando<br />
ante la Defensoría de los Habitantes de la República el “Plan Nacional de Desarrollo Indígena” que se<br />
ideó en la Administración del Presidente Miguel Angel Rodríguez y continuó en la presente, del Dr. Abel<br />
Pacheco, y que siendo creado y concebido exclusivamente por las instancias estatales sin la participación<br />
de las comunidades indígenas, se presentó injusta y falsamente como una propuesta conjunta entre el<br />
gobierno y los pueblos indígenas.<br />
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