Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
llevaron a hacer algunos comentarios sobre la<br />
geografía y la historia vernáculas. <strong>El</strong> Indio me<br />
comentó que tenía algunas revistas sobre el tema. Le<br />
pregunté cuáles, porque estábamos queriendo<br />
recabar información para el libro, pero no se<br />
acordaba. Cuando llegamos a su casa le agradecí el<br />
tiempo que nos había brindado. Sólo un minuto<br />
después de que lo perdiera de vista, me recriminaría<br />
no haberme bajado <strong>del</strong> auto y no haberle agradecido<br />
un poco más calurosamente las horas preciosas que<br />
nos había regalado. Por el contrario, mi saludo de<br />
despedida se redujo a un beso de ocasión: él se dio<br />
vuelta en el asiento de a<strong>del</strong>ante y yo le rocé la<br />
mejilla estampando toda la sonoridad de mi amor en<br />
un aire fugaz. Una pátina mainstream recubría<br />
muchas de mis elecciones, Gustavo pudo detectarlo<br />
enseguida. Ahora me daba cuenta que además, podía<br />
ser odiosamente aséptica y cool. <strong>El</strong> Indio, una<br />
leyenda viviente <strong>del</strong> rock nacional y yo lo dejaba ir<br />
sin pedirle siquiera un autógrafo. ¿A quién estaba<br />
complaciendo con mi sensatez? ¿Acaso pretendía<br />
comportarme como alguien que se codea a diario<br />
con leyendas vivientes, a tal punto que ya no las ve?<br />
En fin, más a<strong>del</strong>ante le dedicaré al Indio unas<br />
páginas que ojalá puedan reconstruir, al menos<br />
simbólicamente, el abrazo que no le di. Él también,<br />
luego de pasar por Del Cielito (mantuvo, junto a Los<br />
Redondos, una relación con el estudio y con Gustavo<br />
Gauvry que duró diez años aproximadamente, los<br />
años que coinciden con la explosión de la banda), se<br />
terminó convirtiendo en vecino <strong>del</strong> Parque. <strong>El</strong> Indio,<br />
antes David Lebón, Spinetta, Miguel Cantilo,<br />
24