You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
-Como se suele decir, cuando te pica el bicho de<br />
la técnica no termina nunca. Después nos dimos<br />
cuenta de que necesitábamos la consola, entonces a<br />
la semana fuimos a comprar la consola. Después nos<br />
dimos cuenta de que la consola y la máquina tenían<br />
que tener cables porque si no, no andaban, no eran<br />
inalámbricas. Así que nosotros, con Gustavo, que en<br />
la puta vida habíamos soldado un cable, ahí<br />
estábamos: soldando cables, quemándonos los<br />
dedos, pero soñando. <strong>El</strong> sueño era el campo. Aparte<br />
después... Yo voy a ir y venir -me previene David.<br />
-Todas las veces que quieras.<br />
-Voy a empezar a mezclar todo.<br />
-No nos importa.<br />
-Okey, okey. <strong>El</strong> sueño con esto es que el estudio<br />
iba a ser para nosotros, no iba a ser comercial. Era el<br />
sueño <strong>del</strong> pibe, yo le decía: “te das cuenta, Gustavo,<br />
si queremos grabar un tema a las tres de la mañana,<br />
vamos y lo hacemos, y podemos hacer esto y<br />
aquello”. También teníamos la idea de que pudieran<br />
grabar Spinetta o Serú en el estudio.<br />
-Vos todavía estabas con Serú cuando esto<br />
empezó.<br />
-Claro, claro. De hecho yo ya estaba también<br />
viviendo en Parque Leloir.<br />
-¿Vivías acá?<br />
-Viví un tiempo acá, con Gustavo.<br />
-¿Acá, acá?<br />
-Sí, acá. Después me alquilé una quinta cerca, a<br />
diez cuadras.<br />
-Te gustó el lugar.<br />
49