12.05.2013 Views

El Cabildo del Rock

El Cabildo del Rock

El Cabildo del Rock

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Gustavo Gauvry me explicó de qué se trataba el<br />

programa y, aunque me pareció una propuesta<br />

interesante, la consideré extemporánea: yo había<br />

pensado en ser locutora dieciocho años antes; ahora,<br />

después de haber trabajado como profesora de<br />

aerobics y gimnasia localizada durante una década<br />

larga, estimaba mi propia voz en términos de “ocho<br />

más”, “paso cruzado, mambo y cha cha chá”,<br />

“sostengan arriba, vamos” y cosas así. Si tenía otra<br />

voz, la había olvidado.<br />

-Te agradezco el ofrecimiento -le dije-. Pero no<br />

sé si te diste cuenta de que seseo. Tengo los dientes<br />

torcidos -precisé.<br />

-Bueno, hasta que no probemos no podemos<br />

saber -insistió.<br />

-No sssé -le contesté acentuando sin querer la<br />

‘s’-. Lo voy a consultar con mi marido -y como no<br />

quería quedar como una sometida o una mujer<br />

aniñada que le tiene que pedir permiso al marido,<br />

agregué-: Porque había una posibilidad de que nos<br />

fuéramos afuera este fin de semana.<br />

-Bueno, fijate. Pero por ahí existe también la<br />

posibilidad de que no se vayan así que te dejo mis<br />

teléfonos.<br />

Y me los dejó.<br />

Cuando cortamos hice dos cosas: primero, llamé<br />

a mi marido y le pregunté si podía acompañarlo a<br />

Uruguay ese fin de semana. Él me había comentado,<br />

unos días atrás, que tenía que llevar a cabo un<br />

entrenamiento de coaching empresarial en Carrasco.<br />

Era una manera de convalidar mi economía <strong>del</strong><br />

fracaso. Si el seseo no había podido conmigo, tal vez<br />

43

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!