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EPIDEMIOLOGIA DE ENFERMEDAD HEMORRAGICA ... - citaREA

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Revisión bibliográfica<br />

sólo en una de tres ocasiones, pulgas contaminadas y mantenidas a 4ºC durante 4 semanas<br />

sí que fueron capaces de transmitir el virus (Lenghaus 1993).<br />

Otra posibilidad a tener en cuenta es el papel que puedan jugar en la diseminación<br />

del virus otras especies de hospedadores no susceptibles que portasen el virus de forma<br />

pasiva (Mitro y Krauss 1993). En este sentido, se ha apuntado la posibilidad de que los<br />

predadores o carroñeros puedan actuar como reservorios después de comer carne<br />

infectada. Así, se ha demostrado que las heces de perros alimentados con hígados de<br />

conejos infectados por VHD son vehiculadoras del virus (Simón y cols. 1994) gracias a su<br />

resistencia de este ante pH bajos y a la acción de las enzimas proteolíticas. Por lo tanto,<br />

aunque se ha demostrado que los zorros no son susceptibles a la infección por el virus<br />

(Leighton y cols. 1995; Simon y cols. 1994) puede que hayan desarrollado un importante<br />

papel en la diseminación del virus durante las primeras epizootías. Una experiencia<br />

similar con una especie totalmente ajena al entorno de Oryctolagus cuniculus la realizaron<br />

Gregg y cols. (1991). Estos autores infectaron por vía oral a un ejemplar de Sylvilagus<br />

floridanus, el cual no sufrió enfermedad, sin embargo un Oryctolagus cuniculus puesto<br />

una semana después junto a este murió por VHD, posiblemente debido a que el Sylvilagus<br />

floridanus eliminó el virus activo a través de las heces.<br />

En cualquier caso, las principales fuentes de infección parecen ser los conejos<br />

enfermos o infectados de forma subclínica (Xy y Chen 1989), como se ha demostrado que<br />

puede ocurrir con gazapos lactantes de menos de 20 días de edad, los cuales pueden<br />

vehicular el virus a sus madres adoptivas (Rosell y cols. 1989). Los animales enfermos<br />

pueden eliminar el virus en forma de aerosol a través de las vías respiratorias, por la saliva<br />

y por las heces (Cooke 1994), pero en muchos casos, los conejos mueren tan rápidamente<br />

que hay pocas posibilidades de que el virus pueda ser eliminado con las mismas. La orina<br />

también puede ser una vía de eliminación de virus si los riñones se ven afectados por el<br />

virus. En cualquier caso, aquellos animales que mueren 3 ó 4 días después de la infección,<br />

pueden tener más oportunidades de diseminar el virus que aquellos que mueren más<br />

rápidamente. Además, como la dosis mortal necesaria es mínima (Lenghaus 1993;<br />

Muguruza y cols. 1993), es posible que entre los conejos silvestres el frecuente<br />

acicalamiento del pelo y el marcaje oloroso mediante heces y orina que utilizan estos<br />

animales en su comportamiento social y territorial tenga un importante papel en la<br />

diseminación del virus (Cooke 1994).<br />

Sobre la persistencia del virus en el medio hay muy pocos datos, a pesar de que es<br />

un tema crucial en la epidemiología de la VHD. Quizás algunas especies de artrópodos<br />

chupadores puedan actuar como reservorios, tal y como se ha comentado anteriormente<br />

(Lenghaus 1993). Algunos autores, en base a la dinámica de la enfermedad entre los<br />

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