Año 5, Vol. 5 - Nº 1 Marzo - Gaceta de Psiquiatría Universitaria
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El texto es elocuente y habla por sí mismo. Aclara<br />
suficientemente que cuando en la cita anterior Sócrates<br />
hablaba <strong>de</strong>l amor a los jóvenes se refería a lo que el<br />
mismo Alcibía<strong>de</strong>s dice en otra parte <strong>de</strong> su exposición:<br />
al <strong>de</strong>seo e intención <strong>de</strong> guiar e instruir sus almas para<br />
alcanzar el bien, y no <strong>de</strong> relaciones físicas con ellos, es<br />
<strong>de</strong>cir, al amor <strong>de</strong>l amigo. En las <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> Alcibía<strong>de</strong>s<br />
queda en evi<strong>de</strong>ncia su constante incapacidad <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r<br />
a Sócrates y el sentido <strong>de</strong> su misión y su tarea, y<br />
su permanente aunque inútil asedio por llevarlo a un<br />
terreno al que simplemente no quería ir.<br />
De estas dos citas <strong>de</strong>l Simposio se pue<strong>de</strong> colegir<br />
que tiene toda la razón el Dr. Peña y Lillo cuando no<br />
admite la relación filosofía-homosexualidad en Grecia,<br />
que ignoro quién pudo haber establecido, porque al<br />
menos entre los gran<strong>de</strong>s filósofos el filosofar no está<br />
relacionado con el homosexualismo, aunque tampoco<br />
con el heterosexualismo sino con el autodominio y<br />
el ascetismo, fundamentos <strong>de</strong>l señorío y la libertad, y<br />
al que son llamados por igual tanto homo como hetero<br />
sexuales. La plenitud <strong>de</strong>l filosofar, en Platón, por<br />
ejemplo, en Plotino y en muchos otros, se obtiene con<br />
la explícita renuncia <strong>de</strong>l amor físico, aunque el amor<br />
físico al que parece haber renunciado Platón era <strong>de</strong> carácter<br />
homosexual, según se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> <strong>de</strong> éste y otros<br />
<strong>de</strong> sus Diálogos. Muchos filósofos fueron solteros, no<br />
obstante Sócrates, Aristóteles, Séneca, Epicuro, etc.,<br />
se casaron, tuvieron hijos y todo parece indicar que<br />
fueron sobrios y monógamos, aunque Aristóteles se<br />
casara una segunda vez luego <strong>de</strong> enviudar. Arístipo, en<br />
cambio, con su teoría hedonista <strong>de</strong> la felicidad se ubica<br />
al margen <strong>de</strong> la dominante orientación ascética <strong>de</strong> la<br />
filosofía griega. Pero a partir <strong>de</strong> éste y otros textos no<br />
pue<strong>de</strong>n caber dudas que el amor homosexual era en<br />
Grecia no una mera posibilidad sino una experiencia<br />
extendida.<br />
mAtRImONIO HOmOSEXUAL. LEY Y dIFERENCIA<br />
Hasta aquí hemos sostenido que la homosexualidad es<br />
un fenómeno natural; que no hay argumentos claros ni<br />
terminantes para consi<strong>de</strong>rarla enfermedad (y los que<br />
se aducen hacen entrar en la <strong>de</strong>finición más <strong>de</strong> lo que<br />
se preten<strong>de</strong> <strong>de</strong>finir); que sea o no enfermedad con ello<br />
no queda todo dicho respecto <strong>de</strong>l eventual matrimonio<br />
entre homosexuales, porque el hombre es también un<br />
ser espiritual que actúa sobre sí mismo y se <strong>de</strong>termina<br />
en función <strong>de</strong> su libertad, y no es el médico el llamado a<br />
indicarle cuáles son sus límites; estimamos, así mismo,<br />
que la Ley Natural, <strong>de</strong> existir, no es conocida, <strong>de</strong> modo<br />
que a partir <strong>de</strong> ella no caben pruebas inequívocas para<br />
pronunciarse en un sentido o en otro.<br />
HERNÁN VILLARINO<br />
Sin embargo, en el punto anterior comprobamos<br />
que el amor sexual entre personas <strong>de</strong>l mismo sexo es<br />
posible, no hay en ello ninguna repugnancia lógica, y<br />
a<strong>de</strong>más es real, efectivamente ocurre, y ese reconocimiento<br />
¿no provee acaso <strong>de</strong> la razón suficiente y necesaria<br />
que justificaría el matrimonio homosexual? La<br />
pregunta es <strong>de</strong> suyo novedosa y propia <strong>de</strong> nuestra época,<br />
porque en Grecia, don<strong>de</strong> había un amplio ejercicio y<br />
libertad para la homosexualidad, nadie, que sepamos,<br />
la propuso. Los mismos homosexuales, como lo discutimos<br />
más atrás, consi<strong>de</strong>raban un <strong>de</strong>ber casarse, pero<br />
con una mujer y para tener hijos con ella, aunque propiamente<br />
no la amaran. Por lo <strong>de</strong>más, lo mismo pasa<br />
entre heterosexuales: el amor mutuo no es condición<br />
suficiente para que se casen, y con frecuencia ni siquiera<br />
es condición necesaria.<br />
Esta serie <strong>de</strong> observaciones previas se podría resumir<br />
afirmando que ni la naturaleza, ni la divinidad, ni siquiera<br />
los más profundos sentimientos humanos, proveen<br />
<strong>de</strong> una respuesta explícita a este asunto, y que al<br />
fin <strong>de</strong> cuentas, como en todos los casos importantes, el<br />
hombre tiene que apañarse consigo mismo y encontrar<br />
por sí mismo las razones en virtud <strong>de</strong> las cuales conducirse<br />
en el mundo <strong>de</strong> un modo o <strong>de</strong> otro. Ya dijimos, al<br />
comienzo <strong>de</strong> este trabajo, que a nuestro juicio este problema<br />
radicaba en consi<strong>de</strong>raciones políticas, jurídicas<br />
y éticas, y el largo trayecto recorrido hasta aquí nos ha<br />
conducido, efectivamente, a esa conclusión.<br />
Ahora bien, el matrimonio, homosexual o no, y la<br />
ley, no son realida<strong>de</strong>s médicas sino comunes a todos los<br />
que viven en una <strong>de</strong>terminada sociedad, y un médico no<br />
tiene mayor competencia en estos temas aunque <strong>de</strong>ba<br />
tener la promedio que tiene cualquier otro, en tanto son<br />
asuntos que también lo afectan. Si interviene, lo hace en<br />
el mismo rol <strong>de</strong> cualquier otro, y lo que diga no inclina<br />
la balanza en ningún sentido, es sólo un elemento más<br />
que <strong>de</strong>berá ser pesado si tiene algún peso. El matrimonio<br />
homosexual, como el horario laboral, por ejemplo,<br />
en tanto es un asunto político, jurídico y ético interesa<br />
a todos los que viven en una <strong>de</strong>terminada sociedad, y<br />
no es propiedad exclusiva ni <strong>de</strong> los homosexuales ni<br />
<strong>de</strong> los heterosexuales ni <strong>de</strong> nadie en particular. No hay<br />
aquí elegidos ni marginados, cualquiera pue<strong>de</strong> opinar si<br />
conserva las formas. Lo que no quiere <strong>de</strong>cir que siempre<br />
se tenga la razón; no obstante, con el diálogo y el <strong>de</strong>bate<br />
sin duda que se pue<strong>de</strong>n alcanzar acuerdos y pactos,<br />
como en cualquier otro asunto político y legal. En todo<br />
caso, los prepotentes que quieren imponer su verdad;<br />
los victimistas que no aceptan ninguna discrepancia ni<br />
matiz, o los que buscan una ventaja electoral, son los<br />
peor preparados para este tipo <strong>de</strong> diálogo, y realmente<br />
pue<strong>de</strong>n resultar una carga muy pesada y confusa.<br />
PSIqUIATRíA UNIVERSITARIA | 55