Educación y Sociedad del Conocimiento: Introducción a la
Educación y Sociedad del Conocimiento: Introducción a la
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A Modo de <strong>Introducción</strong><br />
“La globalización, nadie sabe como ha sido…No hay otro remedio que navegar en<br />
<strong>la</strong>s encrespadas aguas globales…sabemos que podemos contar poco con Estados<br />
nacionales obsoletos y defensivamente agrupados en carteles poco operativos, que los<br />
sindicatos de <strong>la</strong> era industrial bastante tienen con sobrevivir y que <strong>la</strong>s empresas viven al<br />
día, pendientes <strong>del</strong> parte meteorológico de los mercados financieros. Por eso es esencial,<br />
para esa navegación ineludible y potencialmente creadora, contar con una brúju<strong>la</strong> y un<br />
anc<strong>la</strong>. La brúju<strong>la</strong>: educación, información, conocimiento, tanto a nivel individual como<br />
colectivo. El anc<strong>la</strong>: nuestras identidades. Saber quiénes somos y de donde venimos para no<br />
perdernos a donde vamos (Castells, 1997) 1 .<br />
Sin lugar a dudas, <strong>la</strong> cita introductoria de Manuel Castells, con <strong>la</strong> que iniciamos es<br />
libro de Filosofía de <strong>la</strong> <strong>Educación</strong>, nos da <strong>la</strong> pauta para deducir un cuerpo hipotético de<br />
vital importancia: en primer lugar, <strong>la</strong> arquitectura social actual está configurada por <strong>la</strong><br />
globalidad, lo que implica <strong>la</strong> definición de una nueva sociología ─ o hipersociología -<br />
pautada por los flojos <strong>del</strong> conocimiento, de los aprendizajes y de <strong>la</strong>s nuevas tecnologías; en<br />
segundo lugar, <strong>la</strong> <strong>Educación</strong> –y una educación de calidad- es el criterio principal para no<br />
naufragar en <strong>la</strong> vorágine de cambios que vivimos en los albores <strong>del</strong> siglo XXI; y en tercer<br />
lugar, <strong>la</strong> necesidad de reflexionar sobre <strong>la</strong> identidad –con cabeza global y pies locales- para<br />
no caer en los peligros <strong>del</strong> economicismo y de <strong>la</strong>s incertidumbres.<br />
Pero este libro, intenta responder a <strong>la</strong> Formación de Docentes…está dirigido a<br />
aquellos y aquel<strong>la</strong>s que tienen <strong>la</strong> grave responsabilidad de “formar conciencias” y<br />
ciudadanos; en efecto, los maestros y maestras no son profesionales que tienen una misión<br />
tecnocrática, pragmática y utilitaria, sino, una misión ética y noética 2 , cuyos efectos, en <strong>la</strong><br />
sociedad actual son determinantes. Y es que, ciertamente, <strong>la</strong> educación en <strong>la</strong> época actual,<br />
en momentos de post-industrialización, posee un nuevo significado; el Informe de <strong>la</strong><br />
UNESCO para <strong>la</strong> educación <strong>del</strong> siglo XXI nos presenta un giro copernicano en lo que<br />
respecta a <strong>la</strong> concepción didáctico-pedagógica, al sostener que el reto <strong>del</strong> au<strong>la</strong> y <strong>del</strong> y <strong>la</strong><br />
docente es: a) el aprender a conocer; b) el aprender a hacer; c) el aprender a convivir;<br />
y d) el aprender a ser; esto supone que los y <strong>la</strong>s docentes deben facilitar y mediar los<br />
aprendizajes desde estas cuatro perspectivas, superando <strong>la</strong>s visiones reductivas cognitivas e<br />
integrando aspectos vitales y existenciales como lo son <strong>la</strong>s habilidades, <strong>la</strong> convivencia<br />
social y <strong>la</strong> ética. Es más, <strong>la</strong>s nuevas tendencias indican que el camino didáctico-pedagógico<br />
<strong>del</strong> y <strong>la</strong> docente en <strong>la</strong> <strong>Sociedad</strong> <strong>del</strong> <strong>Conocimiento</strong> apunta y apuesta al “Enseñar a aprender”,<br />
para así generar una cultura de aprendizaje permanente (lifelong learning).<br />
Ser docente, significa entonces, asumir un nuevo ta<strong>la</strong>nte, bajo el rol de “Pedagogo<br />
Investigador o Pedagoga Investigadora”, o mejor aún, el de “Mediador o Mediadora entre<br />
<strong>la</strong>s experiencias <strong>del</strong> y <strong>la</strong> estudiante y el abrumador mundo informacional que nos rodea”; no<br />
basta con preparar una guía didáctica bajo el método <strong>la</strong>ncasteriano, sino que es<br />
imprescindible “enseñar a aprender” –y aprender toda <strong>la</strong> vida-, y además, poseer plena<br />
conciencia de <strong>la</strong>s nuevas necesidades (literacy skills) de <strong>la</strong> sociedad <strong>del</strong> conocimiento y de<br />
los nuevos analfabetismos funcionales (idiomático, informacional y tecnológico).<br />
1 Cfr. Bello de Arel<strong>la</strong>no, María E.; La <strong>Educación</strong> en Iberoamérica, a través de <strong>la</strong>s Dec<strong>la</strong>raciones de <strong>la</strong>s<br />
Cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno y de <strong>la</strong>s Conferencias Iberoamericanas de <strong>Educación</strong>;<br />
Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), Madrid, 1998. Pag. 50<br />
2 Nota: Noesis, <strong>del</strong> griego: “Ver con discernimiento”.<br />
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