1er. semestre - Año XXV - aespat
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52 Juan García Moreno<br />
grupos de discusión y participación de los<br />
pacientes en el gobierno de la comunidad,<br />
con el título de una “comunidad terapéutica”.<br />
Ésta está integrada por todo el personal<br />
técnico y de servicio, y por los enfermos<br />
residentes.<br />
Según López de Lerma (1989) los rasgos<br />
comunes de toda comunidad terapéutica<br />
estarían constituidos por:<br />
1) libertad de comunicación a distintos<br />
niveles, en todas las direcciones,<br />
y no sólo de arriba abajo, según<br />
la pirámide jerárquica tradicional;<br />
2) revisión en grupo de cuanto sucede<br />
en la comunidad;<br />
3) tendencia a sustituir las relaciones<br />
jerárquicas verticales por una horizontalidad<br />
en donde se encuadran<br />
todas las funciones específicas de<br />
cada miembro de la comunidad;<br />
4) fomento de actividades de reeducación<br />
social (bailes, cine, teatro,<br />
fiestas, competiciones, excursiones,<br />
etc.) espontáneas o estructuradas<br />
por la institución;<br />
Y 5) Reunión regular de toda la comunidad,<br />
y de otros sectores más restringidos,<br />
para revisar, coordinar e<br />
impulsar toda la dinámica de la comunidad<br />
terapéutica.<br />
Las directrices principales de esta comunidad<br />
serían: la democratización de las relaciones,<br />
la permisividad con un alto grado<br />
de tolerancia en relación con las manifestaciones<br />
de los demás, la comunidad de intenciones<br />
y objetivos, y la confrontación de<br />
la realidad hacia la cual camina la comunidad.<br />
Parece que esta “comunidad terapéutica”<br />
democrática puede llegar a ser un puro<br />
“mito”, según López de Lerma (1989):<br />
La comunidad terapéutica llegó a considerarse<br />
como una escuela en la que se aprendía<br />
a vivir, pero este nuevo sistema llevaba<br />
implícito ciertos peligros. Uno fue la evolución<br />
hacia un seudoparlamento producto de una<br />
masificación. Se hacía votar a los locos, se<br />
Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 56, <strong>Año</strong> 2007<br />
contaban los votos y se tomaban decisiones.<br />
En nombre de un mito igualitario, ya no había<br />
ni asistentes ni pacientes. Las barreras<br />
jerárquicas desaparecían, pero para sumergirse<br />
en el universo del mito. La opresión<br />
nunca curó al loco pero la locura de este personal<br />
asistente tampoco fue una terapia (p.<br />
232).<br />
– La terarapéutica de la comunidad<br />
Es un paso más en el tratamiento y rehabilitación<br />
social del paciente. El tratamiento<br />
dentro de la institución no favorecía<br />
demasiado la inserción del paciente en la<br />
vida normal de la sociedad. Había que intentar<br />
directamente la salida de los pacientes<br />
al entorno natural. La antipsiquiatría<br />
animó la deshospitalización de los pacientes<br />
y se acudió, por necesidad, a la terapéutica<br />
de la comunidad. Ciertamente la<br />
deshospitalización parece que ha provocado<br />
muchos problemas, como es lógico, por<br />
lo menos en muchos casos, pero ha propiciado<br />
y desarrollado más la terapéutica de<br />
la comunidad. La reinserción de los pacientes<br />
que viven en sus propias casas ha<br />
necesitado de la terapéutica de las familias<br />
respectivas y ha exigido una terapia comunitaria<br />
de reinserción social a muchos niveles.<br />
Aparecen así los Centros de Salud Mental.<br />
En EE. UU. el Acta de Salud Mental del<br />
presidente Kennedy (1963) promueve un<br />
plan de asistencia comunitaria a nivel federal,<br />
regional y local. Los cinco servicios<br />
exigidos, que constituyen la base de la salud<br />
mental comunitaria son: la hospitalización,<br />
la asistencia ambulatoria, la asistencia<br />
de urgencia, la hospitalización parcial y<br />
el asesoramiento comunitario junto con<br />
programas de educación. En todo caso ese<br />
plan tiene que hacer frente a la deshospitalización<br />
real de muchos enfermos que<br />
han de ser atendidos por el asesoramiento<br />
comunitario junto con los programas de<br />
educación del plan nacional emprendido.<br />
Según Hochman (citado por López de Lerma,<br />
1989):