1er. semestre - Año XXV - aespat
1er. semestre - Año XXV - aespat
1er. semestre - Año XXV - aespat
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
88 Dr. Enrique Fernández Lópiz<br />
son niños ni sujetos demenciados, sino individuos<br />
respetables, portadores de múltiples<br />
recursos aprovechables para la sociedad<br />
y las instituciones donde viven, como<br />
la experiencia y la pericia. En este sentido,<br />
como apunta Sherrell (2004): “Los adultos<br />
mayores son supervivientes; su sabiduría<br />
viene a través de la experiencia, incluyendo<br />
la tragedia, las pérdidas y el dolor. La<br />
sabiduría es una característica que aumenta<br />
con la edad” (p: 3).<br />
3. EL EQUIPO ASISTENCIAL<br />
EN LOS CENTROS GERIÁTRICOS<br />
Como señala Ayerra (1998: 18), el equipo<br />
asistencial es como una olla donde se<br />
cuece todo, y es el depositario de una numerosa<br />
cantidad de aspectos parciales que<br />
ha de ser capaz de integrar, generando un<br />
entendimiento abarcativo y por tanto acorde<br />
con una adecuada realidad residencial. Es<br />
sobre el equipo asistencial, sobre el que recae<br />
de forma relevante el estilo y la cualidad<br />
del clima residencial, no sólo porque<br />
constituye el vértice de las demandas socioafectivas<br />
de los usuarios, sino porque,<br />
debido al monto de responsabilidades administrativas<br />
y asistenciales que ejerce en<br />
el centro (o sea, su protagonismo), de su<br />
actuación y de sus decisiones depende el<br />
funcionamiento del mismo en los distintos<br />
planos estructurales anteriormente mencionados:<br />
el latente y el manifiesto. De hecho,<br />
de nuestros trabajos se deduce la idea de<br />
que el Equipo Asistencial de un geriátrico<br />
constituye, como estamento ecológico-social,<br />
un poderoso factor de adaptación en el<br />
seno institucional, que debe ser considerado<br />
como una estructura fundamental en la<br />
producción de comportamientos (Fernández<br />
Lópiz, 2000b, 1993a, 1993b, 1992). Es pues<br />
que los cambios y variaciones que se produzcan<br />
dentro de dicho colectivo, tienen,<br />
como creemos haber demostrado, una importante<br />
repercusión en las pautas de comportamiento<br />
de los ancianos residentes, in-<br />
Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, Nº 56, <strong>Año</strong> 2007<br />
cidiendo de forma notable en el conjunto del<br />
“clima social” del centro, en la organización<br />
de comportamientos prototípicos entre sus<br />
moradores, y en el propio bienestar de éstos<br />
(salud, estado de ánimo, etc.). Por tanto,<br />
la estabilidad y la autonomía entre los<br />
miembros de la plantilla, y su estilo de relación<br />
con los residentes, constituyen, con todo<br />
lo que de posibilidad interventiva y terapéutica<br />
encierra, un factor de cambio en el<br />
clima social de la institución.<br />
Y es también un importante dato -vital, diríamos-<br />
tener en cuenta que el equipo de un<br />
centro geriátrico es más heterogéneo en su<br />
composición que el de otras instituciones como<br />
las médicas o las educativas, en las cuales<br />
el personal sanitario o los docentes e investigadores,<br />
respectivamente, suman una<br />
importante porción del total del grupo asistencial.<br />
A diferencia de éstas, en las instituciones<br />
que aquí nos trae, el equipo es muy<br />
heterogéneo y el Staff cualificado (compuesto<br />
como se sabe por gestores, médicos,<br />
enfermería, trabajadores sociales, psicólogos,<br />
pedagogos, etc.), comparte su labor<br />
con un número proporcionalmente mayor<br />
de personal de media o baja formación<br />
académica que, empero, juega un sustancial<br />
papel estructurante por su gran número de<br />
interacciones con los residentes (auxiliares<br />
de clínica, personal de limpieza, técnicos de<br />
mantenimiento, servicio de comedor y cocina,<br />
lavandería, portería, etc..). Nuestra idea<br />
de intervenir sobre el Equipo incluye, pues,<br />
a todos y todas, hombres y mujeres, que interactúan<br />
en el establecimiento con los residentes.<br />
Así, el protagonismo en los logros<br />
del equipo ha de ser, insistimos, una labor<br />
de todos sus miembros, los más y los menos<br />
cualificados, y junto a los residentes deben<br />
conformar una auténtica “comunidad”<br />
con responsabilidades compartidas y decisiones<br />
en que se incluya la opinión democrática<br />
de todos sus miembros en periódicas<br />
reuniones donde se compartan vivencias,<br />
opiniones, estrategias, y se tomen las decisiones<br />
más oportunas para el tenor general<br />
de la organización.