29.05.2013 Views

Concierto - Diverdi

Concierto - Diverdi

Concierto - Diverdi

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Manfred Eicher<br />

JAN GARBAREK: A decir verdad no tengo educación<br />

musical aparte de haber estudiado contrapunto<br />

al estilo de Palestrina cuando era joven.<br />

Tuve que escuchar algo de esta antigua música<br />

vocal, y la descubrí no solo muy interesante e inspiradora,<br />

sino, a veces, bastante extravagante. Se<br />

trata de música con un peso tonal muy fuerte,<br />

igual que la música folclórica, ¡pero compuesta<br />

antes de que se desarrollasen todas esas modulaciones!<br />

Siempre he sentido afinidad por esa música<br />

tan modal. Así, cuando The Hilliard comenzó<br />

a grabar con ECM y comencé a escuchar este tipo<br />

de música, me sentí inspirado de veras. Manfred<br />

me propuso hacer algo junto a ellos, pero por más<br />

que yo sintiese gran interés, también surgió en<br />

mí cierta aprensión porque no conocía personalmente<br />

al Hilliard y no sabía cuales eran sus objetivos<br />

musicales. Así que se convocó la primera<br />

reunión en Sankt-Gerold en Austria y ellos trajeron<br />

un verdadero montón de música. Se colocaron<br />

junto a la pila bautismal y comenzaron a<br />

cantar de manera informal; les escuché en silencio<br />

durante un minuto y me uní a ellos con el saxofón<br />

durante otro. Entonces paramos y nos dijimos<br />

“sí, creemos que esto puede ser divertido”, pues<br />

percibimos que los sonidos empastaban bastante<br />

bien en aquella sala, y aquello parecía un buen<br />

primer paso para afrontar nuestro mestizaje.<br />

D.: Algunos años antes de la grabación de<br />

Officium, The Hilliard Ensemble ya había comenzado<br />

a trabajar con Arvo Pärt. ¿Qué supuso Pärt<br />

para vuestro grupo?<br />

GORDON JONES: La relación con Arvo fue verdaderamente<br />

cercana y duradera; de hecho, estuvimos<br />

hace un mes con él en Estonia para celebrar<br />

su 75º cumpleaños, cantando su Miserere en dos<br />

actuaciones. Fue el primer compositor contemporáneo<br />

con el que el grupo se relacionó; desde<br />

entonces ha habido otros como James MacMillan,<br />

John Casken, o Piers Halliwell, pero Arvo es el más<br />

conocido internacionalmente. Según he oído contar<br />

acerca de estos primeros encuentros, que sucedieron<br />

antes de mi entrada en el grupo, Arvo<br />

reconoció en el modo de interpretar del Hilliard<br />

algo que había estado buscando en su música y que<br />

entrevista 196 / octubre 2010<br />

“La evolución del Hilliard y un fantástico<br />

compendio de nuevos materiales son parte del<br />

origen de Officium novum (Manfred Eicher)”<br />

(sin tratar de sonar grandilocuentes) es de algún<br />

modo una especie de humildad. Me da la impresión<br />

de que no le gusta notar un exceso de ego en<br />

sus intérpretes. Prefiere que se mantengan calmados<br />

e interiormente en silencio, permitiendo<br />

discurrir a la música. Supongo que en aquel entonces<br />

el grupo lo cumplió en buena medida.<br />

D.: ¿Qué diferencias hubo en el proceso de grabación<br />

de Officium, con Jan Garbarek, respecto a<br />

los discos del Hilliard previos a 1993?<br />

G.J.: La grabación de Officium constituyó un proceso<br />

poco habitual para nosotros, pues teníamos<br />

que trabajar con un quinto miembro que nunca<br />

quería ver la partitura. En un principio, al trabajar<br />

con alguien por primera vez, pasaríamos bastante<br />

tiempo conociéndole. Jan iría diciendo “sí,<br />

no, o quizás” a cada pieza que fuésemos logrando,<br />

y si él le daba el visto bueno, lo ensayaríamos<br />

con él y después lo grabaríamos. Sin embargo hay<br />

un par de obras en Officium que están grabadas<br />

en la primera toma. Eso era muy raro para nosotros,<br />

pero se ha mantenido así hasta hoy en el proyecto<br />

Officium. Obviamente, en estos tres discos<br />

el proceso ha sido muy parecido, con ambas partes<br />

proponiendo música que, si resulta bien en<br />

los ensayos, se interpreta en los conciertos y ya se<br />

verá dónde llega. Es un proceso muy diferente al<br />

habitual de aprender una partitura y prepararla de<br />

cara a la interpretación. Para nosotros, trabajar con<br />

un saxofonísta de jazz e improvisador resulta un<br />

modo totalmente distinto de hacer música.<br />

Supongo que esto ha influido mucho en nuestro<br />

modo de obrar en general, pues creo que hemos<br />

aprendido a disfrutar de mayor libertad respecto<br />

al procedimiento; a tener confianza en no estar<br />

seguros de qué ocurrirá y no preocuparnos.<br />

También nos ha influido en cuanto a poder jugar<br />

con la interpretación de una obra, a diferencia de<br />

cuando cantamos una pieza ciñéndonos rigurosamente<br />

a lo escrito, porque con Jan no cantamos<br />

toda la música de cabo a rabo. A veces son fragmentos,<br />

o escogemos sólo las partes más interesantes<br />

de una obra, y otras veces unimos dos o tres<br />

piezas para elaborar una mas extensa –como en<br />

el caso de Litany en Officium novum.<br />

D.: ¿Cómo ha cambiado vuestro modo de acercaros<br />

al proyecto Officium después de haber grabado<br />

tres discos y haberlo interpretado en<br />

multitud de conciertos?<br />

11<br />

J.G.: Para mí la base sigue siendo la misma: escucho<br />

con atención al Hilliard e intento encontrar<br />

un modo adecuado de responder a esa música. Y<br />

si encuentro una vía que todos consideremos que<br />

vale la pena, aprobamos la pieza. Desde luego que<br />

yo no soy simplemente una parte vocal adicional,<br />

pero a veces esta opción prevalece y trato de encajar<br />

entre ellos y convertirme sutilmente en una<br />

más de las voces. Pero en otras ocasiones tomaré<br />

otro camino y “estropearé” todo los que los<br />

miembros delHilliard están construyendo, haciendo<br />

algo extravagante con el saxo. Aquí está la decisión<br />

de ir con ellos o contra ellos, o no hacer nada<br />

en absoluto o quedarme sonando en mi propio<br />

mundo. Estos cambios se producen dentro de<br />

cada pieza, y mi papel varía de un momento a<br />

otro. Para mí esto queda completamente abierto.<br />

Puedo elegir entre aparecer u ocultarme, a voluntad.<br />

D.: ¿Y ha resultado satisfactoria la experiencia de<br />

trabajar con este conjunto vocal?<br />

J.G.: Desde el primer instante en que nos mezclamos<br />

musicalmente, lo que hacíamos nos resultó<br />

“La grabación de Officium constituyó un proceso<br />

poco habitual para el Hilliard, pues teníamos que<br />

trabajar con un quinto miembro que nunca<br />

quería ver la partitura (Gordon Jones)”<br />

fascinante y muy entretenido. Nos gustaba lo que<br />

hacíamos. Yo diría que ninguno de nosotros sospechó<br />

en aquel momento que aquella música despertaría<br />

ningún interés aparte de nuestra propia<br />

diversión, y cuando lo hizo supuso una especie de<br />

premio adicional y nos fortaleció. Queríamos<br />

interpretarlo en directo y deseábamos seguir con<br />

el proyecto porque todos disfrutábamos con ello.<br />

Cuando estás en una sala de buena sonoridad y los<br />

Hilliard comienzan a entonar, lo único que deseas<br />

es tomar parte, pues resulta muy inspirador.<br />

Tienen un gran sonido, una sonoridad maravillosa.<br />

El hecho de que potencialmente me permitan<br />

destruir lo que hacen –o añadir algo si es posible–<br />

supone una considerable tentación, y estoy muy<br />

orgulloso de que me lo consientan. Disfruto tremendamente<br />

estos conciertos, los encuentro muy<br />

satisfactorios. Además, el timbre que conseguimos<br />

juntos (especialmente en una sala con la sonoridad<br />

adecuada) sin ningún altavoz ni amplificadores,<br />

simplemente escuchar cómo el instrumento<br />

y las voces suenan juntos, todo esto constituye<br />

por sí mismo un privilegio.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!