PROYECTOS DE PROGRAMA Y PRESUPUESTO - PAHO/WHO

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URU
Actualmente las cinco principales causas de muerte son, en orden decreciente: las enfermedades del aparato circulatorio
con el 41.2% de las defunciones; tumores malignos con el 21.4%; accidentes con el 4.5%; ciertas causas de la
mortalidad perinatal con el 3.8% y las enfermedades infecciosas y parasitarias con el 3.3%. Las enfermedades del aparato
circulatorio y el cáncer son la causa del 63.6% de todas las defunciones.
El distanciamiento entre el valor de las tasas para enfermedades del aparato circulatorio y cáncer (403 y 209
respectivamente) por un lado, y las siguientes causas de defuncidn por otro (accidentes 44.0, enfermedades infecciosas y
parasitarias 32.0) muestran las jerarquización relativa de los problemas de salud.
Se considera que las tasas por enfermedades infecciosas, causas perinatales e infecciones respiratorias agudas,
tienen niveles superiores a los deseables, y explica el caracter prioritario que tienen los respectivos programas en la
planificación de salud del país.
Las cinco primeras causas de hospitalización en las unidades del Ministerio de Salud Pública fueron los
accidentes; las infecciones respiratorias agudas y neumonías; las enfermedades del aparato circulatorio; la psicosis,
neurosis, trastornos de la personalidad y oligofrenia y, por último, las enteritis y otras enfermedades diarreicas.
Ambulatoriamente las cinco primeras causas de atencidn fueron enfermedades del aparato respiratorio, bronquitis,
enfisema y asma; enfermedades del sistema nervioso y de los 6rganos de los sentidos; enfermedades del aparato circulatorio;
enfermedades infecciosas y parasitarias; enteritis y otras enfermedades diarreicas.
Durante la primera mitad de este siglo el país present6 una de las tasas de mortalidad infantil más bajas de
America, con clara tendencia descendente; a partir de 1950, y por casi dos décadas, el descenso se estancó cambiando la
tendencia a estacionaria, con periódicos "picos" ascendentes que reflejaban brotes de patología infecciosa que incidían
en la postneonatal. Desde aproximadamente 1969 cesaron los picos de inestabilidad, y se produjo un periodo en el cual
la tendencia fue descendente; la cifra alcanzada en 1979 ha sido la más baja que ha tenido el país.
Dentro de los componentes de la mortalidad infantil hay que sefialar que el descenso acontecido en los últimos anos
se produjo tanto en la neonatal como en la postneonatal. En la neonatal se dio en cambio el fendmeno de una estabilizacidn
de la neonatal precoz, acompafada de un franco descenso de la neonatal tardía, lo que nos señala que la problemática
de la salud infantil está especialmente relacionada con los factores derivados del embarazo y parto. En 1978 las causas
que tienen relacidn con el embarazo y el parto significaron el 41.5% de la mortalidad infantil y el 72.2% de la neonatal.
La mortalidad materna ha tenido una tendencia francamente descendente; en 1978 la tasa fue de 4.9 por 1,000
nacimientos. La tasa de mortalidad de nios de 1 a 4 anos es de 1.1 por 1,000 nios de esa edad; en este grupo la suma
de accidentes, anomalías congénitas y cáncer representa el 42.4% del total de defunciones. En el grupo de 5 a 9 afos,
que tiene una tasa de mortalidad de 0.36 por 1,000, las causas antes mencionadas representan el 60% del total de defunciones.
En el grupo de 10 a 14 afños, que tiene una tasa de 0.43 por 1,000, los accidentes constituyen el 40.9% del
total.
La disminución de la mortalidad en estos grupos está asociada principalmente a los elevados porcentajes de nifños
vacunados en todo el país, lo que redujo notablemente el número de casos de enfermedades transmisibles inmunoprevenibles.
En 1978 los niveles de inmunizacidn alcanzados en menores de cinco anos fueron: sarampidn 65%, tos ferina 69%; tétanos
81%; difteria 81% y poliomielitis 85%.
Las tasas de mortalidad especificas por edad para todo el país muestran valores bajos entre adolescentes y adultos
jóvenes (15 a 19 y 20 a 44 afños). En el grupo de 15 a 19 afos los accidentes y demás causas externas produjeron el
51.4% del total de las defunciones. En el grupo de 20 a 44 asos la principal causa de muerte fue los accidentes
(22.0%), seguida de los tumores malignos (19.8%) y las enfermedades del aparato circulatorio (18.3%), destacándose el
bajo nivel de mortalidad por enfermedades infecciosas (3.7%).
Las enfermedades del aparato circulatorio ocuparon el tercer lugar, con un porcentaje de 18.3, y entre ellas, las
enfermedades isquémicas del corazón y las enfermedades cerebrovasculares fueron las más importantes. En el grupo de 45
a 64 anos la suma de enfermedades del aparato circulatorio y cáncer concentraron el 62.2% del total de defunciones.
En relacidn a la población de 65 años y más, el censo de 1975 determind la existencia de 272,816 personas, de las
cuales 119,800 eran hombres y 153,516 mujeres. La poblacidn en estas edades representa un elevado porcentaje de la
población total del país (9.8) y expresa el ya mencionado proceso de disminucidn operado en la mortalidad y fecundidad
del país.
Durante el período intercensal, la poblacidn mayor de 65 anos creci6 con una tasa del 2.5% anual, muy superior a
la del país (0.5%) pasando del 7.6% de la poblacidn en 1963 al 9.8% en 1975. El porcentaje de mayores de 64 afños no ha
cesado de crecer a lo largo del siglo, pues en 1908 representaba el 2.5, en 1963 el 7.8 y en 1975 el 9.8. Las estimaciones
de Naciones Unidas sitúan esta poblacidn para el Uruguay, en el ano 2000, en 417,000 personas, lo que representará
el 12.1% del total.
El 74.4% de las muertes en este grupo de edad fueron ocasionadas por las enfermedades del aparato circulatorio
(53.6%) y por el cáncer (20.8%). Les siguen en importancia, la diabetes mellitus (2.7%), bronquitis, enfisema y asma
(2.4%) y en último lugar las infecciones respiratorias agudas, influenza y neumonía (2.2%).
El Gobierno de la República Oriental del Uruguay aspira a que dentro del "Perfil de bienestar deseable para la
población" se brinde una proteccidn universal contra el riesgo de enfermar, morir y/o invalidar, dirigiendo especialmente
acciones a los nUios, embarazadas, inválidos y ancianos.
Por considerarse que el Perfil de Bienestar deseable solo puede ser alcanzado por accidn de todos los sectores y
subsectores socioecondmicos del país, el Ministerio de Salud Pública está empeñado en crear interrelaciones, con el fin
de diseñar y desarrollar programas conjuntos con instituciones que operan especialmente en el campo de la educacidn y de
la protección social.