Teoria de genero

otorga la primera tarea educativa de la vida
(sociológicamente llamada “socialización primaria”). Paso
seguido la escuela reafirma la existencia de la familia a través
de la modelación del ciclo vital de las y los jóvenes con miras
a una vida adulta feliz y organizada: la familia, y la
legislación actual es clara al determinar quiénes son los
sujetos que pueden constituir una familia.
Así los discursos que acompañan esta institución moldean y
modulan los cuerpos, las acciones y los “valores” para
garantizar dispositivos dogmáticos de género y, en su
defecto, un cambio de centro hace posible el gobierno de los
cuerpos.
Dentro de los dispositivos pedagógicos de género se
despliegan 1) la imaginería de género que establece atributos
y valores; configura actitudes, comportamientos y roles;
decreta espacios y relaciones corporales que moldean las
subjetividades de acuerdo a un deber ser. Para ello se
desarrolla una serie de estrategias y mecanismos que indican
los modos “apropiados” y “correctos” de ser. 2) Las reglas de
interacción en las que se pautan las maneras de actuar con su
propio sexo y con el sexo opuesto, 3) las formas de
jerarquización en el que se establecen estatus diferenciados
entre los géneros evidenciado en la misma organización
escolar y en las bromas, burlas, ironías e injurias, en el
sentido de Eribon, que hacen parte de la vida cotidiana en las
escuelas. 4) El mismo tono de la interacción; 5) los roles y
formatos de clase; 6) la construcción del cuerpo que se
refiere a cómo los comportamientos corporales “adecuados”
para varones y mujeres se consolidan y, aquí, el pudor usado
como política del ocultamiento, dirigida a las mujeres
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