11.07.2015 Views

descargar - Instituto Nacional del Teatro

descargar - Instituto Nacional del Teatro

descargar - Instituto Nacional del Teatro

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Crítica de teatro en chile:Un oficio siempre en extinciónPor JAVIER IBACACHE V. / ChileReflejo de la dispar valoración que en Chile se entrega alteatro, la llamada “crítica teatral’’ ha devenido más bien unamezcla de reseñas y comentarios que pugnan por no sucumbirfrente a la devoradora cultura <strong>del</strong> espectáculo.A falta de una cantera permanente de fenómenos de masas(<strong>del</strong> tipo La negra Ester o Sinvergüenzas’) o de montajesque semanalmente sean objeto de polémica (como Prat), suejercicio tiende a menguar progresivamente en los mediosescritos al punto de transformarse en un oficio cuasi marginaly al borde de la extinción.A la jibarización de espacios que se evidencia en diariosy revistas, se añade el cuestionamiento perenne <strong>del</strong> que esobjeto su práctica entre actores, dramaturgos y directores,sobre todo cuando han recibido una mala crítica.En uno u otro lado emerge cada tanto el interrogantepatentado por la investigadora canadiense Josette Féral:¿quién necesita a los críticos de teatro? O si se prefiere:¿para qué se los publica?Adjetivos grandilocuenteso ponderaciones enrevesadasEs evidente que la cartelera santiaguina se ubica a considerabledistancia de la oferta de Londres, Broadway oBuenos Aires y que el chileno medio acusa una esmirriadacomprensión lectora. Por ello la posibilidad de contar entrenosotros con un Walter Kerr (Herald Tribune) o un BrooksAtkinson (The New York Times) parece escasa: nadie diríaque el sino de una obra esté sujeto acá al juicio de la críticao que un crítico ostente un poder mayúsculo sobre el públicoal extremo de incidir en el triunfo o el revés comercial deuna producción.Los recortes de comentarios o de columnas de prensasirven, cuando más, de apoyo a la improvisada propagandaque despliegan las salas, refuerzan el currículum de algunaactriz emergente o respaldan la postulación de un teatristaen un concurso de fondo público.En esto pesa la confusión de parámetros y expectativas conque se reviste la escena una vez que se inserta en el sistemaeconómico de la rentabilidad pura y el autofinanciamiento.De una parte, se espera que la plaza teatral acoja espectáculosatractivos que alienten al espectador a pagar unaentrada para entretenerse, pasar el rato o ver en vivo aalguna figura de la televisión. De otra, se reclama la puestaen escena de textos clásicos en un ejercicio de tributo nostálgicoque permita volver a los montajes de antes, aquellosque “se presentan como deben presentarse’’, según se sueleescuchar.En ambos casos se está frente a una concepción comercial,evasiva e inofensiva <strong>del</strong> teatro, que le atribuye tácitamentelos mismos imponderables de la industria <strong>del</strong> cine o de lamúsica y donde la función de la crítica es descriptiva, anecdóticay decorativa, como lo patenta el empleo de adjetivosgrandilocuentes o la calificación de los montajes bajo ladicotomía de éxito o fracaso de taquilla.Distinta es la inserción <strong>del</strong> juicio crítico en la escena denominadagenéricamente “de experimentación’’, que operacomo revés de la escena rentable y que aglutina una variedadde propuestas estéticas y generacionales. Allí la medida estáTEATRO & CRÍTICA13

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!