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LOS PRIMEROS AÑOS EN LA<br />
ESCUELA: EL APRENDIZAJE DE<br />
LA DIFERENCIA SEXUAL<br />
L<br />
a educación formal se organiza en etapas: Primaria,<br />
Secundaria, Bachiller y Media o Superior<br />
(Técnica y Universitaria), con sus correspondientes<br />
formaciones y espacios específicos.<br />
Junto a ello, otros agentes sociales y ámbitos,<br />
como el familiar, y el social intervienen en el complejo proceso de socialización que han vivido y<br />
viven las y los jóvenes que han participado en este estudio.<br />
La observación general y focal, junto a las entrevistas individuales y grupales realizadas, permite<br />
deducir que la dicotomía de género comienza desde edades muy tempranas. Ya en los 3-4 años,<br />
niñas y niños se perciben diferentes unas de otros y asumen comportamientos, formas de vestir y<br />
de jugar de acuerdo a esa diferenciación sexual. En muchas ocasiones, se transmite una imagen<br />
bipolar de la persona humana, a través de dibujos que muestran los genitales diferenciados como<br />
puntos de referencia para esa identificación con su sexo respectivo. No parece que en esos casos se<br />
trate esa diferencia desde una perspectiva de género y de la necesidad de profundizar en la igualdad<br />
por encima de cualquier diferencia, aunque habrá excepciones dependiendo de la persona que esté<br />
al frente de una clase.<br />
La biologización de la diferencia sexual está instalada desde el comienzo de la etapa escolar<br />
y ello está unido a una falta de directrices claras desde las instancias educativas, tanto gubernamentales<br />
como en cada centro escolar, que suele dejar al azar y a las inquietudes personales del<br />
profesorado la formación en la igualdad.<br />
De la información recogida en entrevistas a mujeres con conciencia feminista, algunas integradas<br />
en el ámbito escolar y otras formadoras del profesorado en cuestiones de género, se pueden percibir<br />
las continuidades y lo que no ha cambiado respecto a épocas pasadas:<br />
Nik uste eskolan be-bai, hezkuntzan, o sea eskoletan ematen dena. Ni haur hezkuntzan ibiltzen<br />
naiz eta joe… jolasak, edo abesti batzuk, edo ipuinak, horiek ez dira aldatu. (Integrantes<br />
grupos feminista, 24-26 años, GM-5) 174 .<br />
Por otro lado, las posibilidades que tienen estas docentes de introducir cambios en el programa<br />
que ya está definido por el centro tampoco son muchas:<br />
O sea, hau da egin behar dena eta dale, dale. Bai saiatzen naz. Yo qué sé, tokatzen dela ipuin hau<br />
eta nik ikusten dudala ipuin hori que ni fu, ezetz, ba igual kontatzen diet beste bat. Y se acabó<br />
la historia. Baina egon badaude eta planifikatuta dago ipuin hori lantzea, edo materiala be,<br />
edo gelan ze nolako erabilera ematen zaion materialari be bai. (Integrantes grupos feminista,<br />
24-26 años, GM-5) 175 .<br />
Son conscientes de la interiorización que niñas y niños de esas primeras etapas tienen sobre su<br />
comportamiento, de acuerdo a lo que se supone tienen que ser unas u otros:<br />
174 Yo creo que en la escuela también, en la educación, o sea la que se da en la escuela. Yo ando en educación infantil<br />
y joe… los juegos, o algunas canciones, los cuentos, esos no han cambiado. (Integrantes grupos feminista, 24-26<br />
años, GM-5).<br />
175 O sea, esto es lo que hay que hacer y dale, dale. Sí, me esfuerzo. Yo qué sé, que toca este cuento y que yo veo<br />
que ese cuento que ni fu, que no, pues igual les cuento otro. Y se acabó la historia. Pero haberlos, los hay, y está<br />
planificado trabajar este cuento, o tal material, o también qué uso se le da en la clase al material. (Integrantes<br />
grupos feminista, 24-26 años, GM-5).<br />
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