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Jone M Hernández García Elixabete Imaz Martínez

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IGUALDAD SÍ, PERO MÁS<br />

APARENTE QUE REAL<br />

L<br />

as jóvenes feministas entrevistadas están de<br />

acuerdo con Ana de Miguel (2008) cuando dice<br />

que la juventud cree que la igualdad está lograda,<br />

que la ilusión de la igualdad entre mujeres<br />

y hombres es extendida y que ello contribuye al estancamiento o normalización de las diferencias<br />

(Cuadrilla chicas feministas, 26-27 años, GM-6).<br />

La afirmación de una de nuestras informantes, Laura, es un buen ejemplo de cómo la experiencia<br />

personal positiva (incluso reconociendo que ella puede ser la única persona que lo ha vivido así),<br />

es la base que impide ver las desigualdades que existen en muchas áreas de la vida social y que son<br />

fácilmente apreciables en los datos, las imágenes de medios de comunicación, etc.:<br />

No lo veo en mi entorno. No veo, así, como mucho machismo tampoco, no sé. En mi entorno no<br />

lo veo. Las mujeres y los hombres hacen, pues eso, comparten las tareas y todo. Así que tampoco<br />

veo mucha diferencia. Igual soy la única, pero… (…) Yo no me he sentido… es que no sé cómo<br />

decirlo, no me he sentido que… como que ningún hombre me haya hecho sentir como menos.<br />

(Laura, 29 años, IM-12).<br />

Como podemos comprobar, ella no ve ni desigualdad ni malos tratos en su entorno y no ha<br />

tenido la experiencia de sentirse menos que un chico, ni siquiera diferente. Pero, a pesar de estas<br />

percepciones individuales, el consenso general entre las personas entrevistadas es que todavía no<br />

existe la igualdad, por lo menos, no en todas las esferas de la vida. Mabel (23 años) cree que se<br />

ha logrado la igualdad a nivel de los derechos oficiales y es más consciente de la discriminación<br />

positiva que de alguna injusticia que le podía haber pasado por ser mujer. O por lo menos, dice, no<br />

es consciente de ello:<br />

Esaten badugu eskubide ofizialetan, igual ikusiko dugu baietz. Bakarrik, gero ikusten da, nik<br />

es que oraindik ez dut bizi izan egoerarik sentitu dudana, “¡ostia! hori da neska izateagatik”.<br />

Igual bai sentitu dudala alderantziz [...] discriminación positiva bai, neska izateagatik. Nahi<br />

dituztela neskak honetarako, edo ez dakit zer. Baina oraindik nik ez dut bizi izan beste ezer, edo<br />

igual ez naiz konturatu ere ez, seguru aski. (Mabel, 23 años, IM-7) 11 .<br />

Como dice Olatz (29 años), hay todavía “cabos sueltos”:<br />

Yo en mi entorno, creo que estamos cada vez más valoradas y cada vez, la igualdad es mayor<br />

pero siempre quedan cabos sueltos y siempre va a quedar gente que siga siendo no igualatoria<br />

en todos estos aspectos. (Olatz, 29 años, IM-11).<br />

Otras informantes son más críticas y apuntan al hecho de que la igualdad emerge como un<br />

espejismo: en palabras de Naroa (28 años, IM-10) “aparentemente todo el mundo está a favor de la<br />

igualdad pero luego siempre se queda en aparente”. Subraya, por tanto, que una cosa es el discurso<br />

políticamente correcto y otra la realidad y las prácticas.<br />

11 Si nos referimos a los derechos oficiales, seguramente es que sí… solo que luego se ve… Yo todavía no he vivido<br />

una situación que haya sentido, ¡hostia, esto, por ser chica! Igual sí lo he sentido al revés [...] discriminación positiva<br />

por ser chica, sí. Que quieren a las chicas para esto o no sé para qué… Pero todavía no he vivido nada de eso,<br />

o igual no me he dado cuenta, seguro que es eso. (Mabel, 23 años, IM-7)<br />

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