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Yo como mujer… Es que además de lo difícil que está, si voy retrasando la búsqueda de empleo,<br />
también. Ahora, eso sí. Si me quedo sin trabajar, tengo más niños, ¡eso seguro!<br />
Yo siempre lo he dicho: si no trabajo, si no encuentro, yo tengo otro hijo, ¡vamos! Me parece que<br />
eso es la vida también. El tener los niños es la vida.<br />
(Cuadrilla chicas, 30-31 años, GM-7).<br />
Así, la opción por la maternidad continúa siendo un motivo, que no será cuestionado en el entorno,<br />
para dejar un empleo, reducir jornadas, coger excedencias… si lo hace la mujer. La sociedad<br />
no ha cambiado en eso: las mujeres son las responsables del cuidado infantil y en el imaginario<br />
colectivo es a “ellas” a quienes alguien sustituye en el cuidado cuando trabajan fuera de casa. En<br />
ese imaginario, el que una madre tenga un empleo –y no el padre- sigue viéndose como algo que<br />
puede repercutir en la educación de la infancia; y continúa despidiéndose a mujeres que quedan<br />
embarazadas y/o que reclaman sus derechos de compaginar su vida personal y laboral. En el contexto<br />
de crisis 292 actual y con los cambios ocurridos en los derechos laborales, esta situación no<br />
parece que vaya a mejorar en un próximo futuro, lo que seguro tiene una repercusión importante<br />
en las expectativas y en los proyectos profesionales de las mujeres.<br />
RELACIONES DE GÉNERO EN<br />
EL MUNDO LABORAL<br />
S<br />
e sigue estableciendo una diferencia entre lo que<br />
se consideran “trabajos de mujeres” y “trabajos<br />
de hombres”, algo que, entre otros factores,<br />
tiene relación con la elección de los estudios,<br />
elección que como se ha tratado en el apartado<br />
dedicado a la educación formal, está marcada por el contexto de un sistema de género dicotómico<br />
y jerarquizado.<br />
En sectores tradicionalmente masculinos, como el del transporte, el de la construcción o de<br />
empresas como puede ser Petronor, la entrada de mujeres como trabajadoras, a excepción de en<br />
las oficinas o servicios de limpieza, presenta problemas y discusiones entre los compañeros. Por<br />
el contrario, en el lado opuesto, esa representación de género sesgada supone que no se vea a los<br />
hombres en puestos como el de secretaria; incluso a pesar de la mayoritaria incorporación de las<br />
mujeres a la carrera y la profesión médica, continúa ocurriendo que no se reconoce como “el médico”,<br />
en los centros hospitalarios, cuando éste es una mujer.<br />
Es en esas empresas de corte muy masculino donde se puede apreciar el conflicto y el rechazo<br />
cuando se incorporan mujeres en puestos que han estado tradicionalmente ocupados por hombres.<br />
Los discursos más extremos tienen incluso una fuerte carga machista y misógina:<br />
292 El reflejo de la crisis se ha podido apreciar en las entrevistas, ya que se encontraban jóvenes de ambos sexos<br />
en paro. Pero esto aparece en quienes han terminado sus estudios más recientemente y están en la franja de<br />
22-26 años, ya que las personas informantes que superaban esa edad tenían empleo.<br />
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