YOGA 71

La Meditación
Un abordaje revolucionario
Es una práctica milenaria
al servicio del cultivo de
la salud integral. Mente,
cerebro, cuerpo, sabiduría
emocional. También es una
poderosa herramienta en el
desarrollo personal y
profesional.
Por Clara Badino
-¿Por qué revolucionario?
- Remontándonos al origen de la práctica del
mindfulness, Budha fue un revolucionario que
sin utilizar la violencia surge para limitar, dar
respuestas y ampliar la mirada reduccionista
que le confería a la casta de los brahmanes
como los únicos que tenían el poder de la iluminación.
Este “poder” era comercializado de
una manera burda.
Surge así Budha que, desde la palabra y el silencio
exactos, muestra en acción la posibilidad,
que toda persona tiene en su interior, de
liberar la mente de los condicionamientos que
son la fuente del sufrimiento.
Budha exploró y descubrió en sí mismo el sufrimiento
y llamó a este descubrimiento la Primera Noble Verdad:
el sufrimiento está omnipresente.
-¿Dónde reside el poder?
-En descubrir aquello que está oculto. Que si bien se reconoce conceptualmente,
aún no surgió la experiencia clara del sufrimiento y
sus infinitas y variables causas.
El paso siguiente que cultiva enraizando más y más el poder que
comienza con descubrir experiencialmente el poder, radica en la
“relación de la mente” con aquello que des-cubre. Si la mente vuelve
a su origen donde se mantiene inalterable, la neutralidad cuyos
pilares son la paciencia, la recepción afectiva y la dosis exacta de
sentido del humor, la persona tendrá las primeras oportunidades
para ver claramente que: “no hay obstáculo si no hay oposición”.
-¿Qué significa “desarrollo”?
-El desarrollo en los caminos de introspección, interocepción, están
ligados a la evolución de la consciencia. Esta conciencia está
ligada a la coherencia como una Ley Natural llamada ética interna,
“Budha desde la palabra y el silencio exactos
muestra la posibilidad que tiene toda persona
en su interior de liberar la mente de los
condicionamientos que son la fuente del
sufrimiento”.
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“El humano deshumanizado cultiva un mundo
deshumanizado donde el miedo, la ansiedad,
la separación, la alienación y la violencia
se instalan”.
que es la capacidad de disciplinarse en un trabajo interior profundo
para no dañarnos y no dañar.
-¿Por qué primero personal?
-¿Acaso el profesional, el que ejerce un oficio, el que hace un trabajo
no es primero persona? Olvidamos que sin ser persona, sin
el don de existir, no es posible desarrollar un oficio, trabajo o profesión.
Hoy decimos que el sistema médico está deshumanizado. Una de
las causas de la deshumanización -no sólo del sistema médico- es
olvidar que somos personas.
El humano deshumanizado cultiva un mundo deshumanizado
donde el miedo, la ansiedad, la separación, la alienación y la violencia
se instalan como parte del mundo. Y digo “parte del mundo”
porque convivo también con un mundo humanizado donde el
temor exacto, las ansias de evolución, la no violencia y un sentido
profundo de interconexión con todos y todo me muestra a cada
momento que nuestra verdadera naturaleza es la bondad, la generosidad,
la paz, el amor.
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