30.04.2020 Views

Los de adelante corren mucho - Javier Ruán

Los de adelante corren mucho - Javier Ruán

Los de adelante corren mucho - Javier Ruán

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

–Es el Cristo del Consuelo. Y se le atribuyen muchos milagros.

Pídele un deseo y como eres un buen niño seguramente

te lo concede.

No dejaba de mirarlo arrobado, y con la ingenuidad que

caracteriza a los niños y tratándose de un acto de fe, no lo

dudé un instante. Mirándolo directamente a los ojos, y desde

el fondo de mi corazón musité:

–Te suplico señor, la gracia de que conserves a papá

Ruán por muchos años a mi lado, ya que me hace ilusión compartir

con él mis logros profesionales, además de que tengo

con él una íntima deuda de sentimiento.

Dolorosamente mi deseo no se cumplió, pero no fue

motivo para que yo perdiera la veneración por el Cristo del

Consuelo ya que siempre que lo visito, invariablemente surge

en mi memoria el rostro amoroso y lleno de fe de mi señor

padre, por quien aprendí a reverenciarlo.

Salimos del templo y continuamos por la calle de Madero

hasta la espectacular casa de los azulejos –Sanborn’s–. Al

entrar me sorprendí gratamente al tiempo que exclamaba:

–¡Pero qué casa tan bonita! ¡Y cuánto lujo! Hasta parece

un palacio de película.

Mi papá sonreía con mis comentarios. Nos asignaron un

compartimiento muy cómodo todo forrado de cuero negro

junto a una fuente. Mi papá me preguntó afectuoso:

–¿Qué te apetece, un helado o un pastelillo?

Entusiasmado contesté:

108

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!