30.04.2020 Views

Los de adelante corren mucho - Javier Ruán

Los de adelante corren mucho - Javier Ruán

Los de adelante corren mucho - Javier Ruán

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Y la distinguida dama se retiró encantada.

Con Alicia todo era dulzura y felicidad; me invitaba al

teatro, al cine o cenábamos fuera de casa. En cierta ocasión me

comentó que no sabía bailar, con gusto me ofrecí a enseñarla,

ya que era mi debilidad. Todo esto nos fue acercando más, y lo

digo en sentido literal, no fue difícil que se percatara que yo era

un estudiante sin recursos económicos, y discreta pagaba las

cuentas, suplicándome que no me ofendiera argumentando:

–El dinero, entre otras cosas, proporciona comodidad

y tranquilidad. Por lo tanto, debe compartirse con la persona

amada. Mi mamá afirma, y creo que tiene razón, que si el oro

no nos ofrece la felicidad carece de valor.

Yo la escuchaba placenteramente. Ella, jugando amorosa,

agregaba:

–De modo que permítame invitarle una rebanada del

manjar de mi vida.

Ante tales argumentos y tanta belleza, siempre cedía.

También recuerdo que era la época de lluvias y varias

veces llegué totalmente empapado. Una tarde me recibió con

un regalo, era una elegante gabardina ¡cómo no recordarlo!,

mi primera gabardina para cubrirme de las lluvias ella me la

regaló. Sumamente conmovido y obedeciendo un impulso

irrefrenable la besé en los labios al tiempo que musitaba:

–Eres muy espléndida Alicia, ¡gracias!

Ella, sin ocultar su felicidad, me abrazó murmurando:

–Todos los días te voy a hacer regalos, para que todos

los días me beses.

288

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!