MONASTERIO BENEDICTINO DE LAS CONDES
Una obra de arquitectura patrimonial
Una obra de arquitectura patrimonial
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Los autores del proyecto reconocen explícitamente un
intento por “asimilarse” a la arquitectura del cuerpo de
celdas de Bellalta y una fuerte inspiración en la pequeña
capilla no construida de ese arquitecto, especialmente en
los efectos de iluminación natural.
Antes de la construcción de la iglesia, se trazó y abrió el
actual camino de acceso, el que estuvo a cargo del Hno.
Martín Correa, quien, con un maestro, y una manguera
de nivel, demarcó en el terreno los trabajos, siguiendo,
aproximadamente, lo señalado en el plan general estudiado
por el Instituto de Arquitectura de la Universidad Católica de
Valparaíso.
Al inicio del proyecto de la capilla, e invitado por el Hno.
Gabriel, se incorporó a este trabajo Patricio Gross, quien fue
a vivir al monasterio, habilitándose un espacio al final del
cuerpo de las celdas como taller de arquitectura. Guarda
partía poco tiempo después a estudiar filosofía con los
benedictinos de Los Toldos, en Argentina, quedando a cargo
del desarrollo de la iglesia el Hno. Martín. Junto con colaborar
en esta tarea hasta fines de 1964, Patricio Gross tuvo bajo su
responsabilidad el proyecto y construcción de la hospedería
entre 1962 y 1963.
al público, el padre Gabriel hizo abrir una ventana hacia
el poniente con el fin de que desde el refectorio pudiera
mirarse el cerro Manquehue.
El proyecto anterior estaba bastante encadenado con el fin
del camino del acceso y la entrada a la iglesia y al monasterio.
Al separarse, en el año 1974, el arquitecto Raúl Irarrázabal
de la oficina de Sergio Larraín, éste le ofreció hacerse cargo
de lo relativo a los benedictinos. Es así como Irarrázabal
proyectó la plazuela de acceso en 1975, la que intentó ser
inicialmente un lugar para ceremonias y liturgias de carácter
masivo, lo que no fructificó por estar ausente del espíritu de
la Orden; y la biblioteca en 1980, entre el cuerpo de celdas
y la hospedería, “inspirada en la Laurenciana de Miguel
Angel”, al decir de su autor; último cuerpo del plan general
que habían reformulado los Hnos. Martín y Gabriel. Al mismo
arquitecto se le pidió el diseño de los muebles definitivos del
coro de la iglesia y la instalación de las campanas.
Para terminar estos antecedentes de la construcción del
monasterio, es preciso recordar que el 9 de abril de 1981 se
declaró por ley a todo el conjunto arquitectónico Monumento
La hospedería se levantó en el sector que el proyecto de
Jaime Bellalta había destinado originalmente a capilla y
refectorio. El Hno. Martín Correa colaboró activamente en la
discusión del proyecto y en una de sus vacaciones en Chile,
el Hno. Gabriel Guarda hizo algunos valiosos aportes con el
fin de destacar las vistas a los cerros lejanos.
Alrededor de 1972, y decididos los monjes arquitectos a no
participar más en trabajos de arquitectura después de lo
avatares ocurridos en torno a la iglesia, la Orden le encomendó
a la oficina de Sergio Larraín G.M. y Asociados el proyecto de
la portería–refectorio, tarea que asumió directamente Jorge
Swinburn. En el muro poniente de dicha obra , que viene a
significar el cierro del monasterio hacia la zona de acceso
d. 20
58