MONASTERIO BENEDICTINO DE LAS CONDES
Una obra de arquitectura patrimonial
Una obra de arquitectura patrimonial
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
f. 10 / Casas de Lo Fontecilla, primer domicilio de Benedictinos
de Solesmes en Chile.
por el arquitecto Juan Lyon. Hoy constituye el pabellón
más antiguo del Hospital de la Fuerza Aérea. Sin embargo
la construcción se dilataría por un par de años, de modo
que la generosa hospitalidad brindada por don Carlos
Peña debió ampliarse más a lo previsto. La hermosa casa
de Lo Fontecilla, construidas a partir de 1647, se prestaron
admirablemente para acoger a la pequeña comunidad,
privando automáticamente a su dueño de uso, que debió
limitarse a un pequeño departamento independiente sobre
la sacristía de la antigua capilla.
En ésta celebrábase con puntual devoción y dignidad la
diaria misa conventual y el oficio, quedando como recuerdo
un crucifijo diseñado y pintado por el padre Pedro, al igual
que una placa con el lema PAX sobre el portón de ingreso a
las casas.
f. 11 / Abadía de San Pedro Solesmes, Francia.
Aunque no faltaron los candidatos, la precariedad de
aquella pequeñísima comunidad, pronto reducida por el
regreso de Dom Blazy, sería un factor que conspiró contra
la perseverancia de las primeras vocaciones. El padre
Mauro Matthei, cuya historia del monasterio hemos venido
parafraseando, atribuye a esta causa las dificultades iniciales;
acotando las palabras del cardenal Pacelli, antes citadas,
expresa: “Habría de tener consecuencias desfavorables
para el Monasterio… el que estas sabias disposiciones de la
máxima autoridad de la Iglesia no hubiesen sido tomadas
suficientemente en cuenta… el pequeño grupo de cuatro
monjes… no pudo proyectar una imagen de la vida monástica
suficientemente convincente como para atraer y sobre
todo retener a postulantes”. El casi inmediato estallido de la
guerra mundial impediría el reaprovisionamiento material
y espiritual por parte de la abadía fundadora, en tanto que
el desconocimiento local de la vida monástica tornaba
lentísimo el eventual flujo de buenos candidatos.
27