MONASTERIO BENEDICTINO DE LAS CONDES
Una obra de arquitectura patrimonial
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más amplio, sería vendido en 1953 a la Fuerza Aérea, que,
como se indicó, lo habilitó como hospital. La comunidad
había adquirido sus actuales terrenos y, en plena etapa
de construcción, hubo de desalojar la casa anterior para
permitir su adaptación al nuevo destino. Desde agosto de
1955 y durante todo el año siguiente debió de gozar de la
hospitalidad de la Congregación del Holy Cross, a los pies
del cerro Calán.
EN LA CONGREGACIÓN DE LA SANTA CRUZ
Después de una larga etapa de gestación y cumplidos los
períodos previos establecidos por el derecho, la Santa Sede
creaba, el 27 de diciembre de 1976, la nueva Congregación
Benedictina de la Santa Cruz. Integraba los monasterios del
Cono Sur del continente, Argentina, Chile y Uruguay y más
tarde Paraguay.
Cupo al padre Prior Odon la responsabilidad de emprender
la construcción del nuevo monasterio; a su sucesor, el padre
Adalberto, la de la iglesia y hospedería; al cuarto superior,
padre Eduardo, la de la portería, refectorio, servicios y
biblioteca, con lo que se completaron las construcciones.
Durante este período el padre Metzinger obtuvo las
licencias necesarias para elevar los estudios del monasterio
a teologado, aprovechando la existencia, dentro de la
comunidad, de varios monjes con los títulos y conocimientos
adecuados para poder impartir clases dentro del nivel
exigido, completando la dotación del currículum académico
con el recurso a profesores invitados, que fácilmente podían
acudir desde Santiago.
Este teologado se puso a disposición de los monasterios
hermanos más próximos, que así aprovecharían la posibilidad
de dar a sus jóvenes la adecuada formación dentro del marco
propio de la vida regular. Entre los estudiantes se contó con
grupos de los monasterios de Puente Alto, Viña del Mar, y de
Los Toldos y El Sambión en Argentina.
Con la consolidación del monasterio, bajo el impulso de la
Congregación de Beuron, la divina providencia cumpliría el
deseo –¿vaticinio?– del cardenal Pacelli, que ya en 1936 había
sugerido del patrocinio.
La comunidad que desde el priorato del padre Metzinger
se había esforzado en afianzar los lazos fraternos entre los
monasterios de los citados países y que había creado su
teologado para reforzarlos y servir al bien común, participó
activamente en el proceso conducente a la obtención de
esta nueva instancia, cuya efectividad resultaba evidente,
y tuvo el honor de que se eligiera a su Prior, padre Lagos,
como su primer presidente.
Bajo este nuevo status jurídico el monasterio sería elevado
al rango de Abadía en 1980, siendo bendecido su primer
abad, el citado padre Lagos, por su Excelencia el cardenal
Eduardo Pironio, Prefecto de la Congregación de Religiosos,
el 22 de noviembre, en una solemne Eucaristía que contó
con la asistencia de todos los superiores de la congregación,
reunidos en capítulo general.
Víctima de una grave enfermedad, el padre Eduardo hubo
de dimitir en abril de 1982,siendo elegido en su reemplazo el
reverendo padre Pedro Pérez Errázuriz, en mayo. Después de
su dimisión, acaecida en noviembre de 1985, sería designado
Prior Administrador el autor de estas líneas, a su vez elegido
Abad el 19 de noviembre de 1987.
Inspirado en la tradición recibida de sus mayores. Subraya el
trabajo y el estudio en la medida de las capacidades de sus
miembros y las condiciones del lugar.
Su hospedería o casa de retiros espirituales, abierta
especialmente para sacerdotes, religiosos, seminaristas y
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