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filosofía y <strong>de</strong> la ciencia. Es muy sintomático que el emperador<br />
Marco Aurelio (120-180), que no tenía, ni tampoco su familia,<br />
relación alguna con Grecia, escribiera sus apuntes más íntimos o<br />
Soliloquios en <strong>griego</strong>.<br />
La koiné se dividió en dos niveles: la literaria o culta y la lengua<br />
vernácula o popular. Usaron y hablaron la lengua culta las clases<br />
superiores educadas que hasta la conquista romana mantuvieron<br />
una vida artística e intelectual plena <strong>de</strong> vigor e in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, y<br />
aunque no olvidaron a los gran<strong>de</strong>s escritores <strong>de</strong> tiempos anteriores,<br />
<strong>de</strong>sarrollaron una lengua que expresara sus nuevas necesida<strong>de</strong>s,<br />
concretamente las relacionadas con las i<strong>de</strong>as abstractas <strong>de</strong>l ámbito<br />
<strong>de</strong> la filosofía, la gramática, las ciencias físicas y las sociales.<br />
El filosofo Aristoteles fue un maestro <strong>de</strong> la lengua Koinè, logrando<br />
altos niveles <strong>de</strong> musicalidad que se pue<strong>de</strong> apreciar en el siguiente<br />
párrafo <strong>de</strong> περὶ ψυχῆς (Tratado <strong>de</strong>l Alma) βιβλίον πρῶτον (Libro<br />
Primero) Κεφάλαιον α' (Capítulo A):<br />
Τῶν καλῶν καὶ τιμίων τὴν εἴδησιν ὑπολαμβάνοντες, μᾶλλον δ'<br />
ἑτέραν ἑτέρας ἢ κατ' ἀκρίβειαν ἢ τῷ βελτιόνων τε καὶ<br />
θαυμασιωτέρων εἶναι, δι' ἀμφότερα ταῦτα τὴν περὶ τῆς<br />
ψυχῆς ἱστορίαν εὐλόγως ἂν ἐν πρώτοις τιθείημεν. Δοκεῖ δὲ<br />
καὶ πρὸς ἀλήθειαν ἅπασαν ἡ γνῶσις αὐτῆς μεγάλα<br />
συμβάλλεσθαι, μάλιστα δὲ πρὸς τὴν φύσιν· ἔστι γὰρ οἷον<br />
ἀρχὴ τῶν ζῴων. Ἐπιζητοῦμεν δὲ θεωρῆσαι καὶ γνῶναι τήν τε<br />
φύσιν αὐτῆς καὶ τὴν οὐσίαν, εἶθ' ὅσα συμβέβηκε περὶ αὐτήν·<br />
ὧν τὰ μὲν ἴδια πάθη τῆς ψυχῆς εἶναι δοκεῖ, τὰ δὲ δι' ἐκείνην<br />
καὶ τοῖς ζῴοις ὑπάρχειν. (Partiendo <strong>de</strong>l supuesto <strong>de</strong> que el saber es<br />
una <strong>de</strong> las cosas más valiosas y dignas <strong>de</strong> estima y que ciertos saberes son<br />
superiores a otros, bien por su rigor, bien por ocuparse <strong>de</strong> objetos mejores y<br />
más admirables, por uno y otro motivo <strong>de</strong>beríamos con justicia colocar<br />
entre las primeras, la investigación en torno al alma. Más aún, parece que el<br />
conocimiento <strong>de</strong> ésta contribuye notablemente al conjunto <strong>de</strong>l saber y muy<br />
especialmente al que se refiere a la Naturaleza: el alma es, en efecto, como<br />
el principio <strong>de</strong> los animales. Por nuestra parte, intentamos contemplar y<br />
conocer su naturaleza y su entidad, así como cuantas propieda<strong>de</strong>s la<br />
acompañan: <strong>de</strong> éstas las hay que parecer ser afecciones exclusivas <strong>de</strong>l<br />
alma, mientras que otras parecen afectar a<strong>de</strong>más, y en virtud <strong>de</strong> ella, a los<br />
animales como tales).<br />
Para concluir estas líneas, es meritorio ilustrar que la versión más antigua<br />
<strong>de</strong>l Nuevo Testamento se encuentra en el El Códice Sinaítico o<br />
Co<strong>de</strong>x Sinaiticus, un manuscrito <strong>de</strong> la Biblia Griega <strong>de</strong>l siglo IV<br />
(330-350).<br />
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