SANTES CREUS - Tinet

LUIS NAVARRO MIRALLES
practicar otro tipo de agricultura. El Camp de Tarragona y demàs comarcas limítrofes
habían sido deficitarias en cereales, incluso las tierras no eran las mas apropiadas
para ese cultivo. Era un mal endémico. Ni siquiera en los anos de buenas cosechas
de grano se podia hacer trentè a la demanda de la población. Existia el riesgo
de no poder proveer de este alimento esencial en el antiguo régimen a una
población cuya tierra era incapaz de producirlo en suficiència. El riesgo aumentaba
cuando, ademàs, sobrevenía la guerra, epidèmia, sèquia... La mortalidad era, entonces,
una terrible realidad que diezmaba a la población y reducía enormemente
la capacidad de crecimiento demogràfico.
Existia, entonces, ún duro circulo mortífero en donde se desequilibraba
la relación entre la cantidad de alimentos y las posibilidades de vida. Este tràgico
destino de la población era usual en la mayoría de los pueblos de Europa. Para
prevenir tan inevitable tragèdia la clave estaba, en esencia, en aumentar la
producción, sobre todo de alimentos y para ello había que cambiar el modelo
de agricultura. Holandeses e ingleses, como hemos visto y es conocido, practicaron
un modelo que ofrecía un abanico de variedades agrícolas. Pero en otros puntos
de Europa la tierra no era tan propicia y tuvieron que optar por una agricultura
mas especializada, mas de monocultivo, con los riesgos que entrafiaba la dedicación
en exclusiva a un producte
En Catalunya el comercio local, próximo a la costa, proveia a los barcos
y marineria de un consumo creciente de aguardiente y vino. Pero era una venta
limitada, y para que hubiera un despegue del comercio era indispensable una
demanda a gran escala. El impulso se inicio con peticiones de comerciantes
foràneos, holandeses, de las antiguas plazas hanseàticas alemanas y de comerciantes
ingleses y franceses. Estos últimos habían creado zonas activas de expansión
vinícola. Burdeos, por ejemplo, era un modelo que luego seria continuado en
otras partes. La región entre el Loira y el Garona, plantada de vinas, impulso una
expansión comercial importante a finales del xvn, en el mismo tiempo, por tanto,
que se iniciaran en las comarcas meridionales catalanas, en el Camp de Tarragona,
los pasos fundamentales para un modelo parecido agrícola y comercial.
Las consecuencias de los intercambios y sus primeros éxitos justificaran en
el Camp de Tarragona la expansión de la vina en detrimento del cereal. Se dejó
de sembrar grano y se plantaran vides. Después de la guerra de Sucesión se
continuo dando prioridad a la vifia y las superfícies destinadas a este cultivo
aumentaron. Se iba imponiendo un modelo agrícola, intensivo y especializado,
cuyas cepas tenían la vida de una generación. Es decir, una tierra que estarà ocupada
durante un cuarto de siglo, con los riesgos correspondientes. Los viajeros del xvm
se alarmaban por la intensidad y extensión de la vina frente a los cultivos anuales
y de alimentación directa, como eran los cereales.
Se invertia, pues, en vinas; y no solamente los payeses, también los comerciantes,
incluso menestrales, de oficiós urbanos adquirían un trozo de tierra para
tener su vina y producir el aguardiente que después colocarían en las casas de comerciantes
al por mayor de Reus y Valls, especialmente. Otra consecuencia de
la expansión de la vid fue la obtención de grandes volúmenes de vinos, en su
54 SANTES CREUS (2002) 51-66