SANTES CREUS - Tinet

LUIS NAVARRO MIRALLES
que se reducían al impuesto personal o a una agricultura de mera subsistència.
Sumando, ademàs, las manufacturas producidas, ambos conceptos —comercial e
industrial— superaban las tres cuartas partes de los ingresos de la Hacienda real
en el Camp de Tarragona. Estàs actividades y las propias de la agricultura
necesitaron capitales. El acceso al crédito se hizo desde la letra de cambio y desde
el censal. Los dos instrumentos movilizaron, en conjunto, grandes sumas de libras
destinadas, en la mayoría de los casos, a la inversión.
Sin embargo, en los úlümos anos del xvm y primeros del xrx, coincidiendo
con la emancipación americana, con la fuerte competència de los productos
franceses y con una mayor dependència de los comerciantes del Camp de Tarragona
de las companías comerciales europeas que trabajaban en las plazas tarraconenses,
el mercado vinícola entró en crisis. El Camp no pudo o no supo invertir en la
nueva indústria, al contrario de lo que sucedería en el Pla de Barcelona, o en
Mataró, Terrassa, Manresa, etc. A pesar de que las tres cuartas partes de las
exportaciones espafiolas de aguardientes procedían de Catalufia y de éstas, la gran
mayoría del Camp de Tarragona y comarcas próximas, los preciós no eran ya
los que habían cotizado durante una buena parte del largo siglo xvm, cuando
los valores vitivinícolas superaban los del trigo.
Siempre había habido, de todos modos, un riesgo comercial en el modelo
económico del Camp de Tarragona, pero igual sucedía en otros modelos de Europa.
Para el aguardiente y también para el tèxtil, papel, cordelería, cueros, jabones,
ferrerías, etc. que deberían embarcarse para un largo recorrido, se precisaba la
paz en los mares. Desde 1789, cuando Francia tras la Revolución había cambiado
su régimen político y podia ahora transformar el poder público de los estados
europeos, se abrió una etapa bélica que infiuyó en el comercio catalàn. La Guerra
Gran y luego la del Francés intercaladas con otras dos contra Inglaterra, y sin
olvidar otras precedentes, afectaran y redujeron las exportaciones del Principado.
Hubo una amenaza al comercio, en efecto, y hubo una caída de la demanda
a finales del xvm. El comercio del aguardiente y sus actividades complementarias
entraran en una profunda crisis de la que no se recuperarían. Había habido antes
momentos difíciles, como se ha dicho, pero ahora con el fin del antiguo régimen
cambiaba también el mundo; el americano y el europeo. De todos modos, aquel
modelo de producción y el sistema de ganarse la vida habían proporcionado,
con el riesgo, un espíritu y una mentalidad diferentes. No contaban sólo con la
estabilidad que pudiera dar la propiedad de la tierra, la mejor expresión del sistema
senorial, estaba, ademàs de la tierra y sus rendimientos, en el producto creado
y su comercialización una oferta atractiva y los medios para atenderla. Las experiencias
acumuladas no serían en vano, como así se demostraria en la siguiente
centúria por el modo de sobrevivir y por los caracteres de su Sociedad.
LA SOCIEDAD
Los cambios sociales fueron lentos en el antiguo régimen, incluso donde
éstos adquirieron màs profundidad: en los Países Bajos o en Inglaterra, en el si-
62 SANTES CREUS (2002) 51-66