SANTES CREUS - Tinet

TRANSFORMACIONES ECONÓMICAS Y CAMBIO SOCIAL
glo xvn; màs o menos en los días de los Segadors. La misma élite inglesa reacciono
trentè a las demandas de sus, hasta entonces, colegas de lucha antiabsolutista
y de tendència, dinamos hoy, màs democratizadora. En muchos aspectos, el nuevo
poder se aristocratizó, fenómeno repetido en muchas partes de Europa.
En el caso de la Sociedad catalana, en consecuencia, en la del Camp de
Tarragona y comarcas próximas, también se produjeron cambios, lentos pero reales,
a lo largo de tres siglos; màs vertiginosos a finales del xvm, bajo la dinàmica de
los hechos revolucionarios en Francia. Fue, en efecto, un proceso pausado, con
altibajos y crisis, en el que la economia contribuyó a esa transformación.
En aquella Sociedad, especialmente en el xvm, la población activa sumaba
el sesenta por ciento de la misma, considerando siempre la parte masculina. Y
no olvidemos la actitud sacrificada de la mujer en numerosas àreas de la actividad
econòmica, recordemos, por ejemplo, en la del tèxtil o su actividad en la agricultura.
La propiedad, precisamente, la herència o la continuidad en el negocio por
parte de una viuda, significo un punto bàsico de apoyo en el lento cambio de
la condición de la mujer. Circunstancia no infrecuente recogida en el derecho
catalàn en matèria de sucesiones. Tampoco deberemos olvidar la participación
de los menores entre los ocho y los dieciséis anos, que al final del siglo xvm
significaba el quince por ciento de la población masculina tarraconense, que a
esas edades y por aquellas fechas solían estar bien ocupados.
Para la población activa masculina —alrededor del veinte por ciento era
asalariada en las ciudades del Camp de Tarragona— el sistema tradicional de los
gremios fue cambiando hasta el punto que a comienzos del XLX se preparaba su
firi. Este proceso, sin embargo, tendió a una proletarización de los mestres e incluso
de una parte de la payesía del Camp de Tarragona.
En las ciudades, y en algunas vülas de las comarcas tarraconenses, se
concentraban las familias màs poderosas. En Reus ejercían sus negocios el mayor
número de comerciantes ricos del Camp de Tarragona, a ellos se debe una parte
importante del desarrollo urbanístico de la ciudad. En Valls, donde vivían importantes
familias de comerciantes, su crecimiento se hizo desde su espina dorsal urbana entre
el castell y la iglesia, la calle de la Cort. Y en Tarragona, con una actividad comercial
menos desarrollada, una parte importante de su élite, no nobiliar, seguia dedicada
al campo, si bien en el nuevo modelo agrícola. En la capital, el número de comerciantes
era menor. Por otra parte, en Tarragona, ademàs de las mejoras urbanas se Uevaron
a cabo dos obras públicas de singular valor, recordemos el ya citado puerto y la
traïda del agua, un problema de abastecimiento permanente de la capital.
Ambas obras, modelo de ingeniería de finales del xvm, propiciaran nuevas
perspectivas y dieron trabajo a muchas personas en momentos difíciles de
frecuentes motines en Cataluna por la carestia de alimentos. En esos anos se
necesitaban tres reales diarios para subsistir, cuando un kilo de pan costaba dos
reales y medio, el blanco, y no llegaban a dos reales el moreno; dos reales valia
también un litro de aceite o uno de vino. Un jornalera precisaba un mínimo de
algo màs de mil reales para pasar el ano, en condiciones de subsistència, lo que
costaria un jornal de tierra, una media hectàrea de vinas.
SANTES CREUS (2002) 51-66 63