Estudios Revista Ecléctica. Número 113 - Christie Books
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Crítica del socialismo, desde el p<br />
La gigantanasia social<br />
Eugen Relgis<br />
La revolución económica es necesaria. Buen número<br />
ele intelectuales lo reconocen. Pero no consiste todo en<br />
esto, pues ello es solamente un punto de partida. Los socialistas<br />
creen que la nueva era de la Humanidad está<br />
totalmente realizada con la simple victoria del proletariado<br />
; que las guerras desaparecerán entonces y que,<br />
por consiguiente, el pacifismo no es útil por sí mismo.<br />
Según ellos, los pacifistas mantienen la confusión en el<br />
gran combate que se libra entre el capitalismo y el<br />
proletariado y ya se hallan en un campo o ya en otro.<br />
Muchos socialistas creen también que a consecuencia<br />
de la victoria proletaria se abrirán todas las puertas<br />
de la libertad, de la igualdad y de la fraternidad ; algunos<br />
fanáticos llegan incluso a proclamar que el hombre<br />
será moral, discreto y tolerante cuando obtenga<br />
todo el beneficio de su trabajo y cuando tenga asegurada<br />
la vida...<br />
Pero la medalla tiene on reverso. El marxismo, tal<br />
como lo ha fundado Marx, como lo han desarrollado<br />
Engels, Bebe] y Kautsky, y como lo han aplicado<br />
Liebknecht, Trotsky y Lenín, nos parece de una extremada<br />
sencillez. En primer lugar, un dualismo riguroso,<br />
dividiendo a la Humanidad en explotadores y<br />
en explotados. La lucha de clases que se impone por<br />
razones de orden táctico, no tiene para los socialistas<br />
más que capitalistas —burgueses— y proletarios. Según<br />
ellos, la mayoría de los hombres forma parte de su<br />
campo; por consiguiente, si los agricultores, comerciantesú,<br />
funcionarios e intelectuales no quieren unirse<br />
a ellos, están necesariamente «del otro lado de la barricada»<br />
y contra ellos. Considerando el problema económico<br />
como un postulado, los socialistas han visto en<br />
él todas las causas y todos los efectos. Obstinándose<br />
en no ver en la vida social más que el lado económico,<br />
han hecho del problema económico —tan sencillo para<br />
ellos— una especie de nudo gordiano que solamente<br />
puede cortarse, y esto por medio de una revolución.<br />
Lo repetimos : la revolución económica es necesaria;<br />
pero no es cierto que traiga espontánea e inevitablemente<br />
la emancipación total. Lleva, por de pronto, a<br />
la liberación de bajo, el yugo del salario. Las demás<br />
libertades hácense posibles después de la instauración<br />
de aquélla. Estas posibilidades hállanse condicionadas<br />
por la concepción y por la estructura del orden socia-<br />
© faximil edicions digitals 2006<br />
lista, del propio modo que lo están actualmente por el<br />
orden capitalista.<br />
El proletario no es la Humanidad ni tampoco el<br />
tipo integral del «hombre medio». Los socialistas ven<br />
al productor explotado, no ven al hombre, que no es<br />
solamente el explotado de los capitalistas, sino que<br />
soporta también el terrible yugo de la guerra —y el<br />
del sexo—, que se halla en estrecha relación con la<br />
concepción actual sobre la familia y la moral social.<br />
El hombre moderno soporta también el yugo de cierta<br />
educación y lleva aún en sí las huellas de los yugos de<br />
otros tiempos; desde el canibalismo hasta la institución<br />
de la esclavitud, y desde el fetichismo religioso<br />
al culto de la fuerza y al culto de la mayoría...<br />
Todas estas servidumbres no son resultado tan sólo<br />
de la época capitalista. Esta no es la causa de todos<br />
los males, pues contiene también la mala herencia del<br />
feudalismo medieval y de la esclavitud antigua. Y contiene<br />
asimismo ¡as buenas herencias de las épocas anteriores,<br />
y no puede negarse que la era capitalista no<br />
haya ejercido efectos positivos sobre la evolución social<br />
de la Humanidad. La burguesía liberal del siglo Xyill<br />
aportó principios que, con su victoria, significan un progreso<br />
evidente sobre la monarquía absoluta y la inquisición<br />
de la Iglesia. Las ciencias, la técnica, las artes, la<br />
filosofía, se han desarrollado vigorosamente en la fase<br />
capitalista, y una nueva civilización ha brotado en ei<br />
árbol milenario de la cultura.<br />
Pero el capitalismo ha evolucionado; como toda realidad<br />
social y como todo ser viviente, ha progresado continuamente,<br />
llegando a la gigantanasia, fenómeno conocido<br />
en la Naturaleza. La gigantanasia produce monstruos que<br />
acaparan el sustento y que destruyen el medid necesario a<br />
los seres «inferiores» y más numerosos. Al concentrar el<br />
capital en sus manos, el capitalismo ha llegado a la explotación<br />
del trabajo y de los medios de producción. Ha entrado<br />
en su fase culminante, en virtud de la tendencia<br />
al crecimiento ilimitado. Mas a causa de la resistencia de<br />
los demás factores, ha comenzado una lucha entre las<br />
dos tendencias de conservación : la del capitalismo reaccionario<br />
y la del proletariado. En vez de reconocer la<br />
fatalidad de su evolución hacia el socialismo, el capitalismo<br />
se obstina en una resistencia armada que impone<br />
a los proletarios la lucha de clase.