Medalaganario - Banco de Reservas
Medalaganario - Banco de Reservas
Medalaganario - Banco de Reservas
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Jacinto Gimbernard | MeDalaganaRio<br />
golpes <strong>de</strong> cuchara y lo <strong>de</strong>slizó por el mostrador hasta don<strong>de</strong> estaba<br />
el parroquiano que había pedido la refrescante bebida.<br />
–agua <strong>de</strong> coco, ¡va!<br />
bienvenido se entretenía jugueteando con uno <strong>de</strong> los ver<strong>de</strong>s<br />
cocos <strong>de</strong> la batea. Pasado un rato, le dice con tono inocente a Manuel<br />
emilio: estos yankees son una cosa <strong>de</strong>l carajo... ¿tú sabes lo<br />
que son capaces <strong>de</strong> hacer? leí en el periódico que en new York un<br />
marino yankee agarró un coco y lo partió a trompadas.<br />
–¿cómo va a ser...? –dice el cómplice.<br />
–te digo que sí. Mira, lo agarró con la mano izquierda y le<br />
entró a trompadas con la <strong>de</strong>recha y al poco rato estaba el coco<br />
<strong>de</strong>sbaratado.<br />
–es que no pue<strong>de</strong> ser, ¿leíste eso? ¿noticia seria?<br />
–te digo que sí, hombre. lo que pasa es que para hacer eso hay<br />
que ser yankee. ¿tú crees que uno <strong>de</strong> nosotros podría hacer algo<br />
así? ¡Que va! ¡nunca en la vida!<br />
julián ya había sido atrapado por la conversación llevada en voz<br />
lo suficientemente alta para que se oyera a lo largo <strong>de</strong>l mostrador.<br />
Moviéndose encorvado como un gorila, <strong>de</strong>spachando emparedados,<br />
lucía especialmente nervioso y <strong>de</strong> vez en cuando lanzaba<br />
un bufido.<br />
Él continuó con la historia <strong>de</strong>l yankee y <strong>de</strong>l coco. no obstante<br />
la visible inquietud <strong>de</strong> julián respecto al tema, no se acercaba a<br />
envolverse en él.<br />
entonces alguien pidió un agua <strong>de</strong> coco. julián se acercó a la<br />
batea y tomó uno. bienvenido se lo arrancó violentamente <strong>de</strong> la<br />
mano, diciéndole en tono alarmado:<br />
–¡Deja eso, tú no pue<strong>de</strong>s partir ese coco con el puño, para eso<br />
hay que ser yankee!<br />
julián lanzó un bramido como un toro y arrancándole el coco,<br />
exclamó con voz ronca y furiosa: ¡Quién ha dicho eso! a<strong>de</strong>más<br />
112