Medalaganario - Banco de Reservas
Medalaganario - Banco de Reservas
Medalaganario - Banco de Reservas
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Jacinto Gimbernard | MeDalaganaRio<br />
directora <strong>de</strong>l colegio Sagrado corazón <strong>de</strong> jesús, situado a escasos<br />
metros, en la calle Doctor Delgado, entonces grata y hermosa, habían<br />
sido inútiles las súplicas para que permitiera a jacinto asistir<br />
a su colegio.<br />
–¡carajo!, lo he dicho mil veces, en la escuela sólo aprendí<br />
cosas malas... como en la sacristía <strong>de</strong> las iglesias. Son cunas <strong>de</strong><br />
malas costumbres; mi hijo ni se inscribe en una escuela ni entra <strong>de</strong><br />
monaguillo, ¡y no me jodan más con la misma vaina!<br />
en un alar<strong>de</strong> <strong>de</strong> valor, conchita se había atrevido a llevar<br />
disimuladamente a su hijo a presentar examen <strong>de</strong>l sexto curso.<br />
bienvenido, envuelto en problemas económicos, apenas se enteró.<br />
el séptimo curso fue presentado <strong>de</strong> modo parecido. en el octavo<br />
no fue posible ocultar las <strong>de</strong>sapariciones matinales y bienvenido,<br />
al enterarse <strong>de</strong>l asunto, dijo simple y categóricamente:<br />
–¡no –con un gesto horizontal <strong>de</strong> ambas manos hacia fuera–.<br />
Y fue el final <strong>de</strong> los exámenes.<br />
conchita daba gran valor a un título profesional, y se dolía <strong>de</strong><br />
que su único hijo no estaba en camino <strong>de</strong> tenerlo nunca. ahora<br />
con tres nietecitos y la fuerza que podía <strong>de</strong>sarrollar con jacinto y<br />
graciela, se dispuso un plan <strong>de</strong> acción conjunto. Pero no había<br />
plan posible. el único medio era disponerse a enfrentar la ira <strong>de</strong><br />
bienvenido, anunciándole la inscripción <strong>de</strong> los niños en el vecino<br />
colegio los angelitos.<br />
así se hizo, y lo que sobrevino fue peor que la ira. fue llanto<br />
inconsolable.<br />
–Ya, como estoy ciego, como jacinto produce para mantener<br />
la casa, soy una mierda, no se me obe<strong>de</strong>ce, le han arrancado mi<br />
nieto a mi invali<strong>de</strong>z... lo insoñado para mí, que he tenido siempre<br />
presente el sabio consejo: “Piensa mal y acertarás”.<br />
–jacinto quiere una educación normal para sus hijos –apuntó<br />
conchita–; eso no es pecado.<br />
159