Memorias del IGME. Tomo 15 - Instituto Geológico y Minero de ...

222 DESCRIPCION MINERA
PROVINCIA DE HLUE1.VA
En ella se ve que los criaderos manganesiferos aparecen dispues- las capas menos metamorfoseadas. Al efecto, no estará de más el re-
tos por series que, de E. á 0. próximamente, se extienden en longi- cordar que, según liemos dicho en otro lugar, ha bastado, según
tud de muchos kilómetros, siguiendo la estratificación de las rocas, N. Daubrée, la circulación de un agua tibia en las argamasas de los
pero dejando soluciones de continuidad, ó espacios intermedios, de cimientos romanos de las termas de Plombiéres para provocar aso-
mucha más longitud de la que corresponde á cada uno de los yací- ciaciones con los elementos propios de los ladrillos y de la cal de
mientos; los cuales quedan, cual pequeños satélites, alrededor de las aquellas mamposterías y producir los minerales nuevos que, en for-
masas de piritas, cuyo gran volumen y compacidad contrasta con la ma de ceolitas cristalinas, ha estudiado y descrito con todo detalle
pequeñez é irregularidad de los que ahora nos ocupan. Efecto de esa aquel eminente ingeniero (1), el cual, en otro párrafo del libro á que
misma irregularidad en las fracturas de las capas ha sido el que las nos referimos, añade que para producir los cambios más completos
menas de manganeso afecten en un mismo criadero la forma de ma en las rocas no siempre es necesaria una grao cantidad de agua, po-
sas de muy distinto volumen, enlazadas las mas veces por imper- diendo bastar la de la constitución de las mismas para determinar
ceptibles flloncillos que dan al conjunto un aspecto semejante al de su metamorfosis, desde el momento en que se reunan las condicio-
los stockwerks. nes necesarias para actuar sobre los elementos que la contienen.
Las rocas que constituyen la caja en estos criaderos son siempre El examen al microscopio que hemos hecho de láminas delgadas
las pizarras y grauwackas paleozóicas más ó menos metamorfosea' de las rocas cristalinas que consideramos metamórficas, viene en
das, hallándose también, á su contacto ó á muy corta distancia, los apoyo de la misma idea, puesto que en ellas se ve perfectamente la
macizos de rocas hipogénicas de que liemos hablado al tratar de los transformación del cuarzo clástico, que desde el origen tenían las
criaderos de piritas, siendo caso raro el de faltar rocas metamórficas pizarras, en cuarzo granulitico, así como el desarrollo de feldespato
cristalinas y jaspes en el lugar del yacimiento de las menas de man en cristales microlitieos, de calcita en playas y cristales, y de otros
ganeso. minerales cuya presencia indica bien claramente un trabajo efectuado
Entre las rocas más ó menos metamorfoseadas á que aludimos con posterioridad al depósito y consolidación de los materiales sed¡-
hay algunas que, si bien por el carácter mineralógico que presentan mentarios, y la formación de los minerales nuevos á expensas sola-
se las podría confundir con las hipogénicas de la comarca, el entra- mente de las propias substancias de aquellas rocas en unos casos, y
tigráfico y las diversas gradaciones que en los estratos sedimenta- con la agregación en otros de ciertos elementos de las hipogénicas
ríos se reconocen para pasar al cristalino, más bien hacen ver en ellas de la comarca, que mineralizaron las aguas que en la misma circu-
una transformación ulterior, cuyo distinto grado de intensidad se laban.
acusa en las diversas extensiones de aquéllos. Casos liemos visto en En los términos municipales (le El Cerro, Calañas, Zalamea y otros
que porciones enteramente cristalinas aparecen envueltas por estra- de la región manganesifera y piritosa por excelencia, se hallan tamtos
en que el metamorfismo tan sólo se manifiesta por un cambio de bién, junto á los yacimientos del manganeso, estratos donde las ro-
coloración, indicando todo ello que las porciones cristalinas repre- can se presentan con caracteres intermedios entre el jaspe propia-
sentan más bien que inyecciones de masas pastosas ó fundidas entre mente dicho y la pizarra y grauwacka; y, aunque más rara vez, he-
las capas sedimentarias, y por consiguiente originadas fuera del mos visto asimismo capas donde se reconoce el paso insensible de la
lugar que ocupan, una transformación sufrida en el mismo sitio, sin
que á ello se oponga la forma de nitcleos que aquéllas afectan entre (u Étucdes synthétiglues de céologie expérinlentale: París, ¡8',9.