Memorias del IGME. Tomo 15 - Instituto Geológico y Minero de ...

102 DESCRIPCIÓN MINERA
PROvI. CIA DE ICELVA 103
» lado esos precipitados sino en las grietas? ¿O bien babria deposita- mismas aguas, iu las grietas ó cavidades preexistentes en el terreno.
»do masas de gneis en la superficie del terreno, y masas de espato Pournet combate con muy buenas razones esta teoria, y propone,
»y de plata en las grietas del mismo terreno? Se concibe que un pro annrlue reconociendo s« insuíicieucia, la hidrotermal en toda su son
»cipilado que tia tenido llegar con más tranquilidad pueda dar un cillez, pero insistiendo en que es u❑ Lecho reconocido el] Geología
»producto más cristalino; pero no qae pueda formar cuerpos cate- que los manantiales minerales tienen en parle su origen en las re-
»ramente diferentes, por ejemplo, feldespato y mica en un paraje, giones profundas del globo (1)
»plomo sulfurado N espato calizo en otro; seria admitir la trans- Publicóse en Viena, en B82 1, ❑na obra de Joscpb jy aldauf von
»mutación de la materia, la de substancias consideradas copio sin- Waldenstein, titulada Dic bcsonllerca Lcyc/.c/rt'llett (le), Irnl_Garcn
»pies y que todo nos Lace creer (¡tic lo son. Mineralien, que el consejero de micas =11h. ven Groddeck considera,
»\o diré que la transmutación, ó más bien la conversión de va- en su Tratado de criadej'os metalíferos (2) , Colijo una de las que me-
»rios de estos cuerpos unos en otros, por la adición ó sustracción recen consultarse; pero debenos confesar que no la conocemos, es
»de ale»iuj principio incoercible, sea imposible en la naturaleza, por-
(le creer que citan lo en ella palies interesarnos se encuentra en el
»que estamos muy lejos de conocer todos sus recursos: la pila gal- tratado de B. V011 Colla y co el del mismo Groddeck.
»vánica acaba de descubrirnos algunos, cura existencia no sosPeciia Lvell no ha hecho t► estudio especial de los criaderos metalíferos
»hamos siquiera; y la formación de los aerolitos nos presenta ;i la mi se encuentra en las primeras ediciones de sns dos grandes obras,
avista hechos que parecen pertenecer á un orden de cosas de qne no los Principios y los Elemento (le Geología, capitulo ninguno (lile trate
»tenemos idea. Pero como en buena lógica no debemos basar unes de esta materia; pero basta sentar algunas desus opiniones sobre ciertros
razonamientos sino en ]lechos positivos, S- ninguno puede contos
puntos geolóigicos para deducir (lile se inclinaba á la (corla bidro-
ducirmos ;i creer que jamás los elementos del feldespato, combina- termal m;is bien que á otra alguna. Lvell, en efecto, combatió ló ica-
dos de diferente maniera, puedan producir plumo sulfurado, seria ponte en sus Principios (3) la Ilnidcz interior del globo, declu(nnlosc
»absolutanmente quimérico basar una teoria en el principio de esta más bien defensor de la teoria química, ci sea que el calor que prodn-
»transmutación, aun cuando convengo, por otra parte, que el exa- ceo los volcanes puede ser efecto de acciones gnímlicas; ha sido el de-
»men atento de los filones parece inducir ó (lile se presente al animo tensor mis decidido, el restaurador, si no el creador (le la teoría de las
»sentejaule idea.» causas actuales; gracias ;i él se ba dado al metamorfismo una acción
No nos detendremos en dar it conocer, con toda la extensión con importante, si bien no toda la que le corresponde, en lamavor parle
que lo hace Fournet, la teoria de -11. Alejandro Bronguiarl acerca de ele los fenómenos geológicos; en 1111 Pasaje del cap. Vil de sus
los filones de hierro pisolitico que se encuentran en varios lugares ripios, al hablar de las grietas Producidas por las temblares (le tic.
en los terrenos jurásicos (1), porque es un caso particular y no po- rra, declara esplicilamente que considera que las substancias mine-
demos dar tanta exteusüu► ;'i este escrito: baste decir clac Bromg- ralos que formara los filones 1jan tardado siglos en llenarse (1) Esto
uiart ocia qne los esferoides de bicrro hidroyudado podían formar- basta para comprender que no ba Podido admitir nunca que los filose
en la superficie después de haber sido depositada la substancia
que lraian las aguas en disolución y pasar luego, arrastrados por las (t) Fournet, loc. cit.,
(2) Traite des gires niétallif res, trad. por II. tiuss.: París, Issi, pág. 5.
(s) Cap. X.
(1) Pournet, loc. cit., pág. í. (1) Principes ele Géol., cap. tomo III, pílg. 3f?.