Memorias del IGME. Tomo 15 - Instituto Geológico y Minero de ...

351 DESCRIPCIÓN MINERA
PROVINCIA DE IIUELVA 3x5
modo están por sus dimensiones en relación con lo extenso del som- Disuelta la primera sociedad, continuaron, sin embargo, los tra-
brero de hierro que allí existe, acusando, por su disposición y con- bajos el año 1855, pero bajo malos auspicios. Un informe desfavo-
junto de caracteres, una masa piritosa grande y continua. Nada más rable que el ex-Profesor de la Escuela de Capataces de St. Elienue,
agregaremos ahora sino que una extensa hondonada que el suelo di- Al. Benoit, emitió á consecuencia de una visita á las minas por
tuja en el espacio ocupado por este criadero, la cual no indica una disposición de la casa Rotschuid, fué un obstáculo más para la forma-
excavación á cielo abierto, por más de que este género de labor no ción de la nueva empresa, y hasta Junio de dicho año no se logró
era desconocido de los romanos, parece corroborar la idea de gran- otra cosa que uu contrato provisional, según el cual M. Eugenio Du-
des hundimientos ocurridos en trabajos subterráneos que, lo mismo clero se encargó de la formación de una Compañía para explotar las
que sucedió con los criaderos del Norte en llio-Tinto, únicamente minas, con tu¡ capital de seis millones de francos.
dejaran intacto lo que por su pobreza no convino extraer. Para colmo de desdichas, la Junta ó Consejo de administración la
la liemos dicho en otro lugar, y por consiguiente es inútil repe- compusieron entonces personas que desconocían, casi por completo,
tir ahora, lo infructuoso de las tentativas que se hicieron para el res- los negocios de minas, y según relato del Sr. Deligny (folleto citado)
tablecimiento de las minas deTharsis antes del mes de llarzo de 1855, que continuaba de Director, dictaban órdenes y medidas que, á pe-
á cuya fecha corresponden los expedientes incoados por el ingenie- sar de ser lo más extravagantes y menos adecuadas para la marcha
ro D. Ernesto Deligny para su adquisición. de las operaciones, el ingeniero tenía que cumplirlas, sufriendo el
Bajo la dirección de este ingeniero, y por cheuta de una Sociedad restablecimiento de las minas las consecuencias de tales desacier-
formada en Francia para el objeto, empezaron los trabajos con la tos. Mientras flto, el tiempo transcurría infructuosamente para el
limpia de algunos de los pozos antiguos y el comienzo ole un soca- que niás tarde habla de ser un portentoso centro industrial; y como
vón general que, según el proyecto para el mismo, debía cruzar Lo- si no hubiera otra cosa más útil en qué emplearlo, la empresa, á
dos los criaderos de pirita de la localidad, al cual socavón, cuya boca pesar de que apenas contaba con los fondos necesarios para proseguir
se señala con la letra S en la lámina 11, se denominó de La Sabina; el socavón general ole La Sabina, se ocupaba ca hacer ensayos en
pero la epidemia colérica y otros contratiempos acaecidos por aquella
otras pequeñas minas de su propiedad por el procedimiento de la ce-
fecl4a, entorpecieron todos los trabajos de tal modo que el año 1854 mentación, cual si la práctica de ésta, por tantos años seguida en
hubieron de suspenderse hasta los más importantes, precisamen- Río-Tinto, no bastase para sancionarlo.
te cuando ya se había llegado á los minerales en el yacimiento del Fué necesaria para que cambiase este orden de cosas la presencia
Norte, en las minas de M. Garnier Pagés, quien, con su genio vivo y Cm-
La depreciación de los fondos públicos con motivo de los aconte- prendedor, apreció inmediatamente la magnitud del negocio; y como
cimientos políticos acaecidos también en el año últimamente citado, muy pronto los sondeos que dispuso acusaron la presencia de las
ocasionó, según el Sr. Deligny (1), grandes pérdidas á las personas menas á pequeña profundidad en el criadero del Noble, convino con
interesadas en tan gran negocio, el cual marchó difícilmente mien- el ingeniero de las minas 11. Deligny en la necesidad de activar los
tras se procuraba la formación de otra compañía para reemplazar á trabajos, estableciendo desde luego cn la parte oriental de dicho cría-
la que forzosamente hubo de deshacerse por la causa dicha. doro una excavación como el principio de la labor á cielo abierto,
(1) Apuntes históricos sobre las minas cobrizas de la sierra de Tharstis,
por D. Ernesto Deligny: Madrid, 1863.
que debía adoptarse para el más fácil y económico arranque de los
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I L1C á los pocos meses empezaron l ' yad á extraerse por pozos