Memorias del IGME. Tomo 15 - Instituto Geológico y Minero de ...

386 DESCRIPCION MINERA
Durante algán tiempo se explotó este criadero por medio de falo-
res subterráneas, obligando las condiciones del suelo á establecer un
pozo maestro que sirviera para la extracción, el cual, establecido á
50 metros á levante de la masa piritosa, alcanzó la profundidad de
55 metros; pero, tan pronto como con aquellas labores se reconocie-
ron las circunstancias de dicha masa, se emprendió el gran desmon-
te, precursor de las excavaciones á cielo abierto, que hizo desapare-
cer el sombrero (le hierro y las pizarras que en gran parte la cubrían.
Esas excavaciones á cielo abierto áuicamente se lían profundizado en
las dos porciones anchas del criadero, dejando entre ellas un macizo y de color amarillento claro.
PROVINCIA DE HUELVA 387
se ofrece la mena con estructura cavernosa ó de escoria y textura gra-
nada, abunda mucho más que en todos los criaderos hasta aquí des-
critos la variedad terrosa, de tal modo que con frecuencia llega á
constituir el 60 por 100 de la cantidad arrancada. Esa mena terrosa
se halla, con más ó menos frecuencia, formada por una agrupación de
cristalillos ci►bicos cimentados por otra porción amorfa (le color ver-
de obscuro que á los rayos del sol produce hermosos reflejos dorados.
En el macizo inferior (parte rayada del criadero en el corte AB)
la pirita es muy dura y coherente, de grano más ó menos grueso,
de unos 75 metros de largo en el que queda comprendida la parte En algunos puntos de uno y otro macizo las menas simulan una
angosta de aquél, á través de ese macizo se ha abierto, al nivel del
estratificación en el sentido de la longitud del criadero, mientras que
segundo piso, ó sea á 41m,50 de desnivel con respecto al brocal del
en otros parajes iu►icamente se ofrecen sistemas de litoclasas sememencionado
pozo maestro, uta galeria que pone en comunicación las
james á los que hemos descrito en otros yacimientos. Lo mismo que
excavaciones repetidas.
en éstos, en el que de ahora hablamos esas litoclasas se repiten tacto
Tanto éstas como las subterráneas han dado á conocer las diferenmás
cuanto que se consideran porciones formadas de mena menos
cias, bien notables por cierto, que se advierten en la distribución en
coherente, observándose también que el sistema más señalado de
la masa piritosa de las menas de distinta riqueza en cobre, pudiéu- aquéllas es el que afecta una dirección que se aproxima á la normal
dose distinguir desde luego en la altura del criadero comprendida
del criadero.
hasta el piso segundo dos zonas sobrepuestas, muy diferentes desde
Entre el mineral más duro y de menor contenido de cobre sueeste
punto de vista y cuya superficie (le separación es muy irregulen
hallarse algunas fajas de otro más rico en ese metal, las cuales
lar. De esas zonas ó macizos, el superior, que es el de niás ley en el
se acomodan de preferencia en las litoclasas más marcadas.
metal aludido, desciende, en el hastial del norte de la porción orieu-
Diversos ensayos practicados en Noviembre de 1885 con muestras
tal del criadero, desde la superficie superior ó de contacto de las piprocedentes
(le diferentes labores de este criadero, acusaron una ley
ritas con el sombrero de hierro ó las pizarras del suelo, hasta el nien
cobre de 2,55 por 100 para las menas separadas para la exporvel
del primer piso (le la mina, y todavía hasta más abajo por el hastial
del mediodía por donde, en algunos puntos, llega hasta la iuuledi`►
ción del piso tercero, amoldándose it las desigualdades que el ma-
rizo inferior presenta en el espacio comprendido entre los dos hastación
y de 0,90 por 100 para las que se destinaban al beneficio en
la localidad; siendo de advertir que las menas de la variedad más dura
nunca ofrecieron un contenido de cobre superior al 0,60 por 1 00.
Á unos 50 metros al oeste del criadero del Centro se descubrió
tiales. hu el corte por pAB' ya más arriba citado con otro motivo la
faja en blanco aa, limitada por la parte superior en una línea de
puntos que corresponde á la superficie superior (le la masa piritosa,
una galería inclinada que partía de un pozo antiguo y que sin duda,
lo mismo que el pozo, se abrió por los romanos. La sección de aqué-
lla era tan exigua que sólo media 0'',75 de altura por Om,60 de ancho
pone de manifiesto esas particularidades.
Se ha observado que en ese macizo superior, aparte de que á veces
en el piso y O,n,50 en el techa, y se hallaba fortificada con una entibación
tan perfectamente entendida que, liabiéndose conservado ésta