Memorias del IGME. Tomo 15 - Instituto Geológico y Minero de ...

5€ 1 DESCRIPCIÓN MINERA PROVINCIA DE HUELVA 515
labriegos y pastores; porque no siendo ajeno á ninguno de éstos el mercados, desterrando de la industria las procedentes del Condado
ejercicio de la minería, en razón á las explotaciones de piritas que de Nassau, en Alemania, y de Romanche, en Francia.
desde antiguo se sostenían en alguna localidad y que á la fecha de que Semejante exceso de producción no dejó de traer sus naturales
hablamos se habían extendido por muchas, bastábales, para conver- consecuencias, porque, como no se limitó á neutralizar la competirse
en verdaderos explotadores, contar con la insignificante canti- tencia que á las manganesas de Huelva hicieran las de otros paises,
dad necesaria para incoar un expediente de concesión minera, ya vino inmediatamente á redundar en su propio perjuicio, resultando
que también se daba la circunstancia de que las condiciones de ya- que, acumuladas en todas partes en cantidades que superaban en
cimiento de las menas deseadas eran tales que únicamente se nece- mucho á las necesarias para el consumo, no sólo llegó el caso, el
sitaba disponer de unas cuantas herramientas y de aptitud para el año 1362, de que, por falta de demanda, sólo se exportaban 3600
trabajo para que éste resultara desde luego remunerativo. toneladas, segán la estadística oficial, sino que los consumidores se
Emprendido el arranque de las manganesas bajo esos humildes fueron manifestando más y más exigentes, y en lugar de contentar-
auspicios, por regla general las menas se vendían á los comisionis- se, como lo habían hecho, con minerales que acusaran 53° clorotas
extranjeros al pie de las excavaciones, siendo de cuenta de éstos métricos, rechazaban los que no dieran 70° por lo menos.
el transportarlas hasta los almacenes y embarcaderos que se ¡ni- Nada, pues, más natural sino que á ese periodo de actividad verprovisaron
en varios puntos, tales como la venta de Eligio (carvi- tiginosa en la explotación (le los criaderos á que nos contraemos, sino
de Valverde á Huelva), orillas del río Guadiana, de la ría de guiera otro, siquiera fuese más corto, en el que aquélla se paralizara
Huelva y el río Tinto, junto á San Juan del Puerto; mas fué tal .la y se abandonaran muchas minas, como efectivamente sucedió, hasta
abundancia del mineral, tan puro, por otra parte, que apenas exi- que, consumidas las existencias en el mercado, volvieron á formugia
ninguna clasificación, y tan fácil y económico su laboreo en un larse nuevos pedidos, aun cuando con la condición indispensable de
principio, que del lucro que aquellos mineros explotadores obtuvie- que la riqueza de las menas no habla (le ser inferior á la de los 70°
ron, puede juzgarse por el exiguo precio que alcanzaba la mer- clorométricos ya mencionados, ocurriendo entonces que varios escancia
. peculadores, unos del país y extranjeros otros, arrendaron las minas
Éste se fijó en 1,70 pesetas por quintal métrico; y como los trans- de todos aquellos concesionarios á quienes amedrentaron las continportes
tuvieron que hacerse á lomo de interminables recuas que gencias del mercado ó de la explotación.
atravesaban las sierras por estrechos y tortuosos senderos, aun cuan- La base de esos contratos de arriendo fué, en los primeros que se
do el tipo corriente fué de 0,50 de peseta por legua y quintal mé- establecieron, la de que el arrendador pagaría al propietario 0,75 á
frico, las distancias á los embarcaderos hicieron que el costo total 1,25 pesetas por cada quintal métrico de menas que el primero
del transporte de la repetida unidad de peso resultara comprendido arrancase, debiendo abonar desde luego, como mínimo, el importe
entre 7 y 15 pesetas, es decir que costaba mucho más transportar correspondiente á una cantidad alzada de quintales, se arrancasen ó
la mena que comprarla á boca-mina. no; pero inmediatamente el tipo mínimo se elevó al de una peseta,
Mas, no obstante esas pialas condiciones de los transportes, era conservándose, por de contado, la otra condición.
tanta la abundancia de manganesas arrancadas de los yacimientos Por este medio, las principales minas de manganeso de la provin-
onuvenses, que en breve tiempo, después de cubrir cumplidamente cia vinieron poco á poco á recaer en pocas manos, y desde entonces
los continuos pedidos de las fábricas, llegaron á inundar todos los el tipo de 1,70 pesetas por quintal, establecido en los albores de la
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