Memorias del IGME. Tomo 15 - Instituto Geológico y Minero de ...

37' DESCRIPCIÓN MINERA
PROVINCIA DE HUELVA 393
sólo á esa profundidad , sino desde por bajo del piso cuarto, resulta
ó mejor cierta tendencia á la estructura pizarreña, paralelamente á
ser, con mucho, el dominante.
la dirección del criadero; cuya circunstancia se aprecia, mejor que
Análogamente á lo que se verifica con las pizarras del yacente,
en otros puntos, en la porción del yacente comprendido entre los
tres sistemas de litoclasas hienden nuestra masa piritosa de un modo
pisos tercero y cuarto, hacia el paraje que antes ocupó un malacate
bastante regular y constante, sin que dejen de señalarse, con más o destinado á la extracción.
menos claridad, ni aun en algunos parajes en que el minera] presen-
La sociedad francesa, concesionaria de las minas de Tharsis, se
ta estructura de escoria, ó en otros en que afecta un aspecto terrolimitó
á explotar el criadero de que hablamos ó del Norte, adoptanso.
Lejos de ello, precisamente en la mena de esa variedad áltimado
el sistema de huecos y pilares que lleva consigo la consecuencia,
mente mencionada, que por cierto suele descansar sobre la pirita
como se l►a visto en muchas minas de la provincia, de provocar
más dura, según se ve en el respaldo septentrional hacia el centro
de la concavidad que á ese rumbo forma el criadero, fué donde me-
hundimientos repetidos de más ó menos consideración, á los cuales
concurren principalmente dos circunstancias es la primera, la desajor
pudimos medir los ángulos de dirección é inclinación de los sisgregación
que en las menas se verifica en el sentido de las litoclasas,
temas dichos, obteniendo para el que llamaremos primero un rumbo
al N. 18° 0., con inclinación de 76° al 0. 18° S.; una dirección para
el segundo al E. 52° N., con inclinación de 78° al S. 52° E., y para
el tercero la dirección al E. 7° N., con inclinación de 74° al N. 7° 0.
Repetida petida esta operación á la inmediación occidental del paraje que
la máquina de desagüe, obtuvimos para el primer sistema de
litoclasas una inclinación de 77° al E. 190 N., y 50° al S. í,-)' 0. para
inclinación del segundo sistema, pareciéndonos que el tercero se
arrumbaba en el mismo sentido que el criadero.
Ese tercer sistema es de todos ellos el que peor se señala y el que
presenta mayores variaciones, según los distintos sitios en que padi
mos apreciar sus circunstancias, mientras que el más marcado y
persistente es el primero, el cual se halla tan acentuado que deter-
con tanta mayor rapidez cuanto que las menas sean más blandas, y
la segunda la de que, siendo precisamente los minerales menos du-
ros los más ricos en cobre, la codicia del minero induce á debilitar
las columnas constituidas por ellos. Si con estas condiciones se preal
mismo tiempo la de ofrecerse el mineral que en el país Ilaman
casquero, , los hundimientos llegan á tomar proporciones alaralar- mames, extendiéndose por amplios espacios á diferentes pisos.
En cuanto la compañia inglesa ó arrendataria comenzó sus trabajos,
estableció, según ya liemos dicho más arriba, la labor á cielo
abierto, ejecutando el enorme desmonte de que dan idea los cortes
tantas veces mencionados, y arrancando por ese medio aparte de
las pizarras que cubrían la porción superior del criadero y de las rocas
ferruginosas de la montera del mismo, los minerales que quedaron
mina á modo de una falsa estratificación el' su mismo sentido, y es
causa de que en las excavaciones se produzcan grandes lisos; así como
el cruzamiento de los tres sistemas origina la división de la masa en
prismas de forma romboédrica, pero de volumen tan variable que,
no p asando por p lo ggeneral, de algunos centímetros cúbicos en los
formando los pisos y columnas en el laboreo antes seguido.
Sin embargo, alcanzada cierta profundidad con labores á cielo
abierto, no era posible, económicamente hablando, dada la inclina-
ción de la masa metalífera y el gran volumen de pizarras que, en
consecuencia, gravitan sobre el pendiente de la misma, el seguir ¡tiparajes
en que dominan las menas de menor dureza, con frecuencia
definidamente aquel sistema de explotación; y así es que por ese lado
llega y aun pasa del de un metro en la pirita dura y pobre en cobre.
Por último, independientemente de esos sistemas de litoclasas, el
depósito piritoso parece indicar también una confusa estratificación,
del criadero se ha proseguido el arranque de las porciones convementes
con excavaciones subterráneas.
En Marzo de 1884, la labor á cielo abierto llegaba en cuatro pun-