Memorias del IGME. Tomo 15 - Instituto Geológico y Minero de ...

ó?o APÉNDICE Á LA DESCRIPC1ov MINERA
PROVINCIA DE HUELVA 6,11
cales, que las mujeres destinadas ái ese servicio conducen en la ca- rior la casi totalidad del cobre contenido en el trozo de mena, pero
beza, consiguiéndose de ese modo que los trozos mayores del mine-
en un estado insoluble en el agua, y por consiguiente inaprovecharal
ocupen el interior ó corazón del montón.
ble en e{ tratamiento de que hablamos, siendo de advertir que la
Cuando la altura alcanzada por éste impide que los operarios conexperiencia
demuestra que, á igualdad de tamaños, esos núcleos se
tinúeu la carga con comodidad, apoyan en él unas tablas con trave-
forma❑ de preferencia ó con más facilidad en los trozos ricos en pisa►ios
de madera, que hacen el oficio de escalas, y subidos en ellas lo
cita de cobre.
terminan; pero, por regla general, falta todavía aterrar la telera, ó
Una buena marcha de calcinación en las teleras de las dimensio-
sea cubrirla con un revestimiento de algunos centímetros de espeues
ordinarias hace poco señaladas, requiere que estén ardiendo por
sor, formado con barbasco ó con tierras mal calcinadas, el cual, Ila-
espacio de seis ó siete meses, que se prolonga ó retarda según sea
orado capa en el país, ejerce gran influencia en la marcha del fuego,
el estado atmosférico reinante, puesto que los vientos fuertes la ac-
y, por consiguiente, en el éxito de la calcinación.
tivan, mientras que las lluvias la contienen.
Terminada la telera, se llama corona la parte superior, si aquélla
A veces, sin embargo, la necesidad de calcinar grandes cantidades
es cónica, y cresta y cabezas respectivamente á la arista y chaflanes
obligan á violentar la operación (' ) hasta el punto de que aquel tiemcuan
do es prismática, denominándose calle el espacio que queda en -
po se reduzca á cuatro y aun á tres meses; pero entonces sucede que
cu tre cada filas ti ellas.
es muy grande la porción de mena que resulta mal calcinada, y si
Armado el montón, se da fuego por fuera á dos ó más puntos del
por descuido la temperatura se eleva demasiado en algunos puntos,
combustible vegetal para que se comunique á todo el enchascadv y resultan por un principio de fusión los conglomerados á que llaman
como la temperatura que produce la combustión de éste es suficien- metal, formados por trozos de pirita y óxidos férrico y cñprico ci-
te para que destile y se queme una porción del azufre de la pirita, mentados por el sulfuro fundido, que ocasionan una pérdida de
no se necesita más para que sucesivamente vayan destilando y quemena.
orándose nuevas porciones de azufre, propagándose el fuego por toda
En esa calcinación, la mayor parte del azufre de las piritas se quela
telera; pero son condiciones indispensables para que la transforma
y difunde en la atmósfera al estado (le ácido sulfuroso, una parmación
en sulfato del sulfuro de cobre sea-lo más completa posible,
te del cual pasa por oxidación á ácido sulfúrico, que acaba por des-
sin que el mismo sulfato llegue á reducirse á óxido, que el fuego se
fruir, hasta cierta distancia, no sólo la vegetación, sino que hasta
reparta por igual, y que la marcha de la operación sea lenta, es dela
misma tierra vegetal, porque faltando las plantas y sus raíces
cir que la temperatura no se eleve demasiado, sobre todo al prin I-
bien pronto las lluvias torrenciales, frecuentes en la comarca, arrascipio.
En este comienzo, á medida que la chasca se va consumien-
trae la parte móvil del suelo, dejando la roca viva; otra porción del
do, la telera se rebaja, adaptándose á la forma de que procede su
azufre se convierte desde luego en ácido sulfúrico, formando sulfatos
do, la t
de hierro y de cobre que parcialmente se reducen Ú óxidos, princi-
Es también requisito para el mejor éxito de la calcinación, que el palmente el ele hierro, aun cuando también el (le cobre si la tempe-
tamaño de los trozos de mineral que entran á formar las teleras no
exceda del de un cubo de 5 á 7 centímetros de lado; pues de otro
ratera es muy elevada; no falta alguna cantidad del mismo meta-
modo es inevitable la formación de núcleos, en los que, mediante un
fenómeno que no hemos de explicar aquí, se reconcentra en el finte-
(1) Esto se consigue dejando de aterrar las teleras para que el aire atmost'érico
penetre libremente en ellas, ó abriendo boquetes en la capa si
están aterradas.