19.05.2013 Views

Hacia-Rutas-Salvajes-Into-The-Wild-Jon-Krakauer

Hacia-Rutas-Salvajes-Into-The-Wild-Jon-Krakauer

Hacia-Rutas-Salvajes-Into-The-Wild-Jon-Krakauer

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

en primavera, debido al deshielo, viajar con trineo incluso con una máquina<br />

quitanieves, alguien entró en las tres cabañas y las saqueó. Los víveres<br />

terminaron por estropearse al quedar a merced de los animales y las<br />

inclemencias del tiempo.<br />

El acto vandálico no se descubrió hasta finales de julio, cuando un biólogo<br />

que realizaba un trabajo de campo, Paul Atkinson, llegó a la cabaña del<br />

servicio de guardas forestales por el camino del parque del Denali, después de<br />

una agotadora travesía de 15 kilómetros por los bosques cercanos a la<br />

cordillera Exterior. Quedó sorprendido y perplejo por el grado de violencia<br />

gratuita con que la habían asaltado.<br />

«Desde luego, no era la obra de un oso —explica Atkinson—. Estoy<br />

especializado en el comportamiento de los osos y sé el aspecto que habrían<br />

tenido los daños si uno de ellos hubiera sido el causante. Parecía más bien<br />

como si alguien hubiese entrado allí con un martillo de carpintero decidido a<br />

llevárselo todo por delante. A juzgar por la altura de las hierbas que crecían a<br />

través de los colchones que habían arrojado fuera, había sucedido hacía varias<br />

semanas.»<br />

«Lo habían destrozado todo —dice Will Forsberg—. Destruyeron cuanto no<br />

estaba clavado. Las lámparas aparecían rotas, así como los cristales de las<br />

ventanas, casi sin excepción. Arrastraron fuera camas y colchones y los<br />

amontonaron, arrancaron tablones del techo, agujerearon los bidones de<br />

gasóleo, movieron de sitio la estufa e incluso sacaron una gran alfombra para<br />

que se pudriera. La comida había desaparecido. Si Alex hubiese encontrado la<br />

cabaña, no le habría servido de gran cosa. O tal vez el problema es que la<br />

encontró.»<br />

Forsberg considera que McCandless es el primer sospechoso del ataque<br />

que sufrieron las tres cabañas. Cree que las descubrió poco después de llegar<br />

al autobús, a principios de mayo, y las saqueó en un acceso de rabia porque<br />

encarnaban una injerencia de la civilización en su valiosa experiencia de<br />

contacto con la naturaleza. Sin embargo, esta teoría no explica por qué no<br />

destruyó también el autobús.<br />

«Sólo es una intuición —dice Carwile mientras confiesa que también<br />

sospecha de Chris—, pero me parece que sus opiniones eran similares a las<br />

de algunos ecologistas radicales. Desde su punto de vista, destrozar las<br />

cabañas habría sido una manera de proteger la naturaleza. O puede que<br />

sintiera un profundo odio contra el Gobierno. Si vio el rótulo de la cabaña del<br />

parque del Denali, a lo mejor supuso que las tres eran propiedad<br />

gubernamental y decidió dar un golpe contra el Gran Hermano. Entra en el<br />

terreno de lo posible.»<br />

Por su parte, el servicio de vigilancia de parques no cree que McCandless<br />

fuera el saqueador.<br />

«No hemos logrado averiguar quién lo hizo —dice Ken Kehrer, el jefe del<br />

servicio de guardas forestales del Parque Nacional del Denali—, pero no<br />

sospechamos de McCandless.»<br />

De hecho, no hay nada en el diario o en las fotografías que indique que se<br />

aproximó a las cabañas. Cuando se alejó del autobús a primeros de mayo, las<br />

fotografías muestran que se dirigió hacia el norte siguiendo el curso del<br />

Sushana, es decir, en la dirección opuesta. Aunque hubiera dado con ellas por<br />

casualidad, es difícil imaginar que las saqueara sin vanagloriarse de su hazaña<br />

por escrito.<br />

156

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!